El Tricicle desmitifica el mundo de las teleseries

Han pasado 17 años desde que Joan Gracia, Paco Mir y Carles Sans fundaron El Tricicle, un modesto y autogestionario grupo de teatro. Hoy, sin cambiar un ápice sus presupuestos estéticos y conceptuales, son toda una fábrica de creaciones humorísticas, desmitificadoras del ser humano y rebosantes de un humor blanco y amable. Entretrés es su última creación, un espectáculo basado en la grabación de una telecomedia protagonizada por tres artistas muy incomprendidos que comparten un pequeño apartamento.

Dicen que el público que mejor les entiende es el de Madrid, aunque van provocando carcajadas por medio mundo: "Estrenar en esta ciudad nos atrae mucho, al tiempo que nos produce cangueli, porque Madrid es difícil de torear, aunque es una plaza en la que ya hemos cortado muchas orejas". Orejas ganadas con sus cuatro últimos espectáculos, todos adscritos al inconfundible sello Tricicle, que han tenido a bien no alterar desde que fundaron este grupo en 1979 y que ellos mismos, Joan Gracia, Paco Mir y Carles Sans, explican: "Nos acercamos a hechos cotidianos a través de unas claves que rayan con el surrealismo y en las que siempre aparece el factor sorpresa y la desmitificación del ser humano", afirman. Sus personajes están directamente inspirados en la calle, en la observación de lo que ocurre a su alrededor: "Representamos a payasos que están por las calles y. que nadie se percata de ellos". Pero dejan claro que la crítica no es premeditada: "Nuestro humor es amable; quizá en una segunda lectura de lo que narramos puede verse esa crítica, pero nosotros no la aportamos, simplemente está ahí", dicen muy serios y circunspectos. Al tiempo señalan cuál es su herencia: "Hemos bebido en las fuentes de los grandes maestros del cine, como Jacques Tati, o del teatro, como Marceau... Gentes como ellos fueron los grandes inventores y creadores del diccionario gestual".En su popular humor blanco han decidido prescindir de la palabra, e incluso ellos mismos afirman que si hablaran harían reír mucho más, "pero en otro sentido". Aun así, se han atrevido a llevar al teatro una fórmula, la de las teleseries, basada en los diálogos, y sus conversaciones mudas responden al principio fundamental de este género: intentar arrancar una carcajada cada diez segundos.

El Tricicle, en origen un modesto grupo catalán de teatro que actuaba en garitos nocturnos con pequeños espectáculos salpicados de sketches, se ha convertido en estos diecisiete años en una fábrica de creaciones escénicas rentable económica y estéticamente. Seis espectáculos de teatro para adultos (aunque ellos se empeñen en decir que éste es el quinto espectáculo de su primera trilogía), dos para niños, dos teleseries, una ópera, 72 guiones para distintas televisiones, participación en los Juegos de Barcelona, varios cortos cinematográficos, múltiples proyectos en cartera y otros desechados, una película -Palace, recientemente estrenada- y una productora con la que seguir pergeñando ideas.

Pequeñas derrotas

Entretrés, su última creación teatral, con la que ya han visitado Vitoria, Logroño y San Sebastián, está basada en la grabación de cinco capítulos de una teleserie por parte de tres personajes sin gran pasado ni futuro: un escritor, un actor y un músico: "A través de ellos ofrecemos nuestra particular visión de las pequeñas derrotas, éxitos, miserias de cosas que en realidad nos pasan al común de los mortales".

A partir de hoy estarán en el teatro de La Latina, propiedad de otra importante cómica, Lina Morgan. De ella dicen: "Es la única payasa, dicho con todo el sentido de lo que es esta palabra que algún despistado utiliza peyorativamente. No hay otra en España, arrastra, y el público solicita sus personales códigos, porque a fin de cuentas estamos ante una artista que se ha labrado un espacio con la mayoría de los espectadores. No podemos por menos que felicitarla".