Dos butroneros, detenidos cuando iban a desvalijar una sucursal de Bankinter

Un mazo, cuatro piquetas, un par de alicates y dos linternas. Con esas herramientas, dos butroneros pretendieron asaltar la cámara acorazada de la sucursal de Bankinter de la calle del Arroyo del Fresno, número 17 (Fuencarral). Y estuvieron a punto conseguirlo. La policía les sorprendió en la madrugada del domingo cuando excavaban el túnel que les iba conducir hasta las cajas de caudales. Los detenidos carecían de documentos de identidad.

Los temidos butroneros atravesaron un banco para llegar a otro. Así, primero accedieron al patio trasero del edificio, una zona con piscina y jardines. Allí entraron en un cuarto trastero desde el que pasaron mediante un butrón a una sucursal de La Caixa, contigua a la de Bankinter.Desde la caja de ahorros, que carece de depósitos de seguridad, empezaron a abrir un boquete en una pared medianera para alcanzar el Bankinter. No llegaron a más.

Sobre las tres de la madrugada del domingo, el servicio de seguridad de Bankinter comunicó al 091 que había saltado la alarma de la sucursal de la calle del Arroyo del Fresno. Los agentes acudieron al lugar. Al pasar por la sede de La Caixa oyeron golpes de pica. Avisaron a más patrullas y a los agentes del Grupo X de la Brigada de Policía Judicial de Madrid.

Los ladrones, sorprendidos en el interior de La Caixa, carecían de documentos de identidad. Interrogados por la policía dijeron llamarse Carlos, de 46 años, y Ramón, de 43. En la tarde de ayer seguían en las dependencias policiales. Los primeros datos apuntan a que poseen antecedentes por robo.

La pasada semana unos butroneros desvalijaron una sucursal de Argentaria ubicada en la calle de Claudio Coello (Salamanca). Los ladrones entraron en la entidad con un butrón, pero una vez dentro abrieron la cámara acorazada con ayuda de unas llaves que habían dejado los empleados en el lugar.

Este robo ocurrió pese a que unas semanas antes la policía había advertido por escrito a los bancos de que una banda de butroneros se disponía dar un golpe aprovechándose de esta costumbre bancaria.

Este hecho asimismo, podría explicar por qué los ladrones detenidos el domingo no disponían de más herramientas.