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Constructora San José se da un plazo de una semana para resolver la crisis de Huarte

La crisis de Huarte tiene que estar resuelta en una semana porque de lo contrario irá irremisiblemente a la liquidación. Todas las partes implicadas están de acuerdo en ello. Constructora San José, el primer accionista, ha pasado la pelota a la banca acreedora, que se ha encargado de elaborar un nuevo plan de viabilidad al no suscribir el que presentó el primer accionista el pasado jueves. Mientras tanto, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha pedido una mayor información al primer accionista para estudiar la concesión de un crédito de. 15.000 millones de pesetas.

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La resolución de la crisis de Huarte se va. pareciendo a una partida de póker en la que cada parte juega celosamente sus cartas. Constructora San José, que entró en Huarte el pasado mes de febrero con una aportación real de 2.500 millones de pesetas, quiere seguir siendo el socio industrial y controlar la gestión.Fuentes de esta empresa señalaron ayer que van a defender sus derechos y que esperan "un plan de la banca acreedora que resuelva el futuro de la empresa en los próximos días porque de lo contrario, morirá". De los casi 5.000 pequeños acreedores de Huarte, cerca de 3.000 también son proveedores del primer accionista y para "muchos de ellos en la resolución de la crisis de Huarte les va su supervivencia".

Constructora San José, tras suspender pagos Huarte con un pasivo de 108.237 millones de pesetas, presentó un plan de viabilidad a la banca acreedora en el que solicitaba 15.000 millones de pesetas para nuevas certificaciones, otros 15.000 millones para avalar esas certificaciones y otros 20.000 millones para líneas de descuento para los proveedores. Este plan le pareció a los bancos "totalmente inasumible" y comenzaron a estudiar una alternativa.

Las grandes constructoras no permanecen al margen del proceso. La cuarta cartera de pedidos del sector que posee Huarte (130.000 millones de pesetas) es muy golosa, aunque no tanto su pasivo. Algunas grandes constructoras han solicitado datos para estudiar un "reparto tanto del activo como del pasivo".

A juicio del primer accionista de Huarte, lo que el sector ha denominado una "liquidación ordenada" no es más que una, "voladura controlada que nunca ha salido bien y peor saldría en el sector de la construcción". La banca acreedora, una vez que el pagado jueves se opuso al plan propuesto por San José, ha encargado un nuevo diseño a Bankers Trust y AB Asesores, que deberá estar concluido el próximo lunes.

Constructora San José no tira la toalla, aunque fuentes de la empresa han señalado que si la banca logra un socio industrial que tome la gestión el primer accionista dejará Huarte recuperando los 2.500 millones que puso, más los correspondientes interseses. Esas fuentes señalaron que al ICO no se le ha pedido una subvención, sino un crédito que sería totalmente devuelto y aportando garantías.

El presidente del ICO, Miguel Muñiz, ha señalado que la ley que regula este organismo prohíbe acudir en ayuda de entidades privadas salvo en aquellos casos de "crisis industrial grave". Conceder este crédito "les difícil, aunque, no obstante, se han solicitado nuevos datos al primer accionista para que la Comisión Delegada del Gobierno lo estudie con, toda diligencia". El ICO quiere tener el máximo de documentación posible y estudiar la gravedad de la crisis y su coste social.

El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que el Gobierno esperará a tener el informe completo del ICO antes de tomar una decisión sobre la concesión del crédito solicitado para salvar Huarte.

Mientras tanto, las dos centrales mayoritarias, CC OO y UGT, comienzan a mostrar sus diferencias ante el modo de abordar la crisis. El secretario general de Construccion de CC OO, Fernando Serrano, dijo ayer que la responsabilidad y la negociación en Huarte no está reñida con las movilizaciones en caso extremo. Serrano responde así a la idea de su homólogo en UGT, Manuel Garnacho, quien se mostró en contra de las movilizaciones en Huarte porque pueden llevar a la empresa "a la tumba". UGT no secundará ninguna movilización o huelga como ha hecho CC OO, ni las posibles querellas contra los anteriores gestores de la empresa, Mario Caprile y Joaquín Casasús.

Garnacho dijo ayer que la inyección de capital que deben aportar los futuros socios accionistas debe situarse entre los 10.000 y los 15.000 millones de pesetas, al margen del crédito del ICO. UGT criticó la posición de las grandes constructoras que persiguen quedarse con la cartera de pedidos de Huarte y condenar a sus trabajadores al desempleo.

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