Miles de cubanos buscan en La Habana un visado para salir hacia EE UU
Cuba y EE UU prosiguen con su particular guerra de baja intensidad. En medio de un clima enrarecido por la marea de la crisis de las aviones y la aprobación de la Ley HeIms-Burton, ambos países viven desde comienzos de semana nuevas fricciones episodios de tensión, que se han reflejado tanto en las calles como en los despachos diplomáticos de La Habana. Todo comenzó el lunes, cuando los alrededores de la Sección de Intereses de EE UU (SINA) en la capital cubana se llenaron de gente.
Desde muy temprano, miles de cubanos con la ansiedad en el rostro se congregaron en la zona con la pretensión de entregar personalmente en la representación cartas con sus datos para participar en el segundo programa de sorteo de 5.000 visados para emigrar a Estados Unidos.La multitud había oído que el viernes, primer día del plazo para enviar las solicitudes a la SINA, diplomáticos norteamericanos habían salido a la calle con bolsas para recoger directamente las cartas, lo que generó gran revuelo. Ya el año pasado, más de 100.000 personas participaron en el sorteo, única posibilidad legal de emigrar que tienen los cubanos que no poseen familiares en EE UU ni cumplen las condiciones demandadas para la inmigración.
El programa, resultado de los acuerdos migratorios que pusieron fin a la crisis de los balseros de 1994, establece que 5.000 de los 20.000 visados anuales de emigrante que EE UU concederá como mínimo a ciudadanos cubanos en virtud de dichos acuerdos se reparten por sorteo. El año pasado se sortearon 8.000.
Sin embargo, la confusión creada el lunes por los rumores de que ahora las cartas podían ser entregadas directamente crearon situaciones de caos frente a la Sección de Intereses de EE UU, que fue acordonada por policías y personas vestidas de civil, que impedidieron el acceso a los transeúntes. Luego, furgonetas del servicio postal cubano acudieron, a la zona para recoger las cartas, pero muchos de los presentes se resistieron a entregarlas a la compañía estatal y se vivieron algunas horas de tensión.
Ayer, después de que el Gobierno aclarara que las solicitudes únicamente podían ser enviadas por correo, hubo aglomeraciones, pero pequeñas, de gente ante algunas oficinas postales cercanas a la zona, donde se apreciaba una considerable presencia policial. Horas antes, el ministro de Exteriores, Roberto Robaina, había mininimizado el incidente, pero había advertido que su país no toleraría que "las actitudes irresponsables" de funcionarios de la SINA ocasionasen alteraciones del orden público.
El ministro cubano acusó también a EE UU de "jugar sucio" y con "trucos" al revelar la reunión secreta mantenida el pasado día 1 en Nueva York por agentes de la CIA y militares cubanos. Según Robaina, tal reunión se realizó a petición de la parte norteamericana, y en ella EE UU fue incapaz de demostrar que el derribo de las dos avionetas de Hermanos al Rescate el pasado 24 de febrero por cazas cubanos se produjo fuera del espacio aéreo de la isla.
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