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La Sala del Tribunal Supremo que juzgará el 'caso GAL', objetivo de la derecha judicial,

La composición de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que juzgará el caso GAL, se ha convertido tras el 3-M en el objetivo de la derecha judicial. Uno de sus principales exponentes, José Luis Manzanares, vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), no descarta presentar su candidatura a la presidencia de dicha sala en sustitución de Fernando Cotta, que se jubila el 22 de mayo próximo. El criterio del presidente del CGPJ, Pascual Sala, es dejar para el próximo órgano de gobierno de los jueces los nombramientos discrecionales importantes.

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Manzanares ha declarado a la revista Época que se pensará si solicita la presidencia de la sala encargada de juzgar el caso GAL, "en caso de llegar a tiempo de esa sustitución". Explicó que "nadie puede pedirme", dijo, que por haber ocupado la vicepresidencia del CGPJ, "deje de aspirar a los puestos que se me presenten en mi carrera". Manzanares es magistrado de la Sala Segunda del Supremo y se reincorporará a ese cargo una vez que el Parlamento renueve el CGPJ, en funciones desde noviembre.Precisamente una de los nombramientos importantes pendientes es el de magistrado de la sala segunda, en sustitución de Manzanares, hasta que éste se reintegre al Supremo. Otra vacante en la misma sala del Supremo se producirá el 18 de abril, fecha en que se jubila rá Francisco Soto Soto. Uno de los candidatos a alguna de estas vacantes es el magistrado Ángel Calderón, portavoz de la conservadora y mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APM). En contraste,con las expectativas de este , candidato, el magistrado progresista Perfecto Andrés, con mayor experiencia y prestigio en la justicia penal, ha sido relegado para ese mismo cargo por los vocales del CGPJ pro puestos por el PSOE.

Cena Belloch-Estevill

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Manzanares trató ayer de demostrar que existen presiones socialistas en relación con la composición de la sala segunda, que vinculó a la actual crisis del CGPJ. Aseguró que el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, telefoneó desde Palermo (Italia) a un vocal del CGPJ, recomendándole el nombre de un candidato a presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

Manzanares reveló que el ministro Belloch citó al vocal Pascual Estevill (propuesto por CiU y designado con los votos de PSOE y PP) a una cena en el palacio de Parcent, sede del ministerio, poco antes de que se produjera la designación de Fernando Cotta como presidente de dicha sala. Pascual Estevill unió su voto a la mayoría de los consejeros propuestos por el PP, en favor de Cotta.

El secretario general de la APM, José Luis Requero, declaró ayer a la agencia Europa Press que los miembros "prosocialistas del Consejo están intentando variar las mayorías par a realizar nombramientos en la sala segunda más favorables a las tesis gubernamentales". Requero aseguró que si la mayoría prosocialista del CGPJ no tuviera problemas, Luis Pascual Estevill [cuya destitución ha pedido sin éxito Sala] "podría haber atracado un banco y no habría pasado nada".

El portavoz de Jueces para la Democracia, José Antonio Alonso, advirtió del peligro de este planteamiento, porque "cuestiona la independencia e imparcialidad de los magistrados del Tribunal Supremo, que debe quedar fuera de toda duda". Alonso declaró que el Tribunal Supremo es una cuestión de Estado y que todos sus miembros, "por definición, son independientes e imparciales".

"Un problema falso"

Fuentes del CGPJ aseguraron que la pretendida lucha política por cambiar la composición de la Sala Segunda del Tribunal Supremo es "un problema falso, ya que no es probable que las vacantes se cubran hasta que se renueve el CGPJ".

La composición de la sala encargada de juzgar el caso GAL quedará congelada, según tales fuentes, hasta que se produzca la renovación del CGPJ, ya que el presidente, al que corresponde convocar los plenos para la designación de magistrados, no está dispuesto a que se cubran tales vacantes para no invadir las competencias del nuevo CGPJ que, desde noviembre, debería estar funcionando.

Es probable que la actual mayoría conservadora del CGPJ quiera aprovechar el actual momento para introducir en la Sala Segunda del Supremo magistrados afines. Para ello, bastará que cinco consejeros soliciten la celebración de un pleno en cuyo orden del día figuren los nombramientos de magistrados del Supremo. Frente a esta posibilidad, las fuentes antes citadas señalan que Sala podría admitir las cuatro dimisiones hasta ahora presentadas (Javier Gómez de Liaño, para ocupar la plaza dejada por el juez Carlos Bueren; Ignacio Sierra, para ocupar su cargo de presidente de la Sala Primera del Supremo, y Soledad Mestre y Rafael Sarazá), con lo que el pleno no podría celebrarse, ya que su quórum mínimo es de 14 miembros.

En apoyo de la aceptación de tales dimisiones acude el criterio del vocal Andrés de la Oliva, para quien la expresión legal de que la aceptación de la renuncia competerá al presidente" no atribuye al presidente del CGPJ "la potestad o facultad jurídica de aceptar o no la renuncia, y decidir, así, si unos vocales pueden o no cesar en su cargo en virtud de renuncia". El criterio de Pascual Sala es contrario a esta tesis, pero se reserva en todo caso la aceptación de las dimisiones, que podría dejar a la institución definitivamente bajo mínimos.

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