Hipocresías
¡Albricias! Por fin ya podemos descansar tranquilos. Francisco García Escalero, el mendigo asesino, ha ingresado en Fontcalent, una institución cerrada de la que no podrá salir hasta que no se cure de sus múltiples patologías, a cual más grave.Francisco García Escalero es una víctima más de esa sociedad hipócrita que primero defiende la natalidad a ultranza y luego se desentiende de las condiciones tan adversas en que algunos individuos, sin querer y sin ser queridos, nacen, crecen y se desarrolan, estimando que toda la responsabilidad de su proceder ha de caer únicamente sobre los progenitores, primero, y más tarde sobre ellos mismos.
En el caso concreto que nos ocupa, policía, fiscales, psiquiatras, forenses y jueces, cada uno desde su área de actuación, han cumplido con su deber lo mejor que han podido. Pero eso no es bastante. Es un problema que, por su magnitud, requiere la atención de más altas instancias.
Para conseguir esa atención sería de desear que los medios de comunicación social serios no se limitasen a exhibirnos unos hechos eventuales más o menos llamativos.
En lugar de eso y en aras de una mejor información y crea ci6n de opinión, deberían decir, por ejemplo, que actualmente
Pasa a la página siguiente Viene de la página anterior
más de la cuarta parte de los sin techo que pululan por nuestras ciudades son personas con mala salud mental, qu están abandonadas a su suerte y carecen del tratamiento diario que necesitan para controlar su dopamina; que, en España, más de tres millones de ciudadanos y ciudadanas padecen algún trastorno mental; que, de ellos, una tercera parte sufre esquizofrenia o maniaco-depresión, psicosis ambas muy severas; que hoy todavía el 84% de estos enfermos vive en su hogar atendido por los padres, pero que a medida que van faltando éstos, aquéllos, al carecer de todo apoyo social, quedan abocados a incrementar esa legión de vagabundos capaz de crear tipos como García Escalero.- Asociación Madrileña de Amigos y Familiares de Enfermos con Esquizofrenia (AMAFE).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.