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La ambición del primogénito de Sadam amenaza al régimen de Bagdad.

El presidente iraquí, Sadam Husein, trata desesperadamente de neutralizar nuevas amenazas a su régimen, que incluyen la incontrolable y peligrosa ambición de su primogénito, Udai, que, según varias fuentes disidentes, está empeñado en transformar su milicia en un ejército privado. El proyecto de Udai ha alarmado a Sadam, pero éste quiere evitar una nueva ruptura en la familla.

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"Sadam está en un verdadero dilema. Si trata de poner coto a las ambiciones de su hijo puede verse desafiado y confirmaría los rumores de una pugna sin precedentes dentro del palacio presidencial. Y si permite que Udai forme una verdadera fuerza militar paralela al Ejército regular irritará aún más a los pocos generales de confianza que le quedan", dijo una fuente iraquí en el exilio.Las versiones de una disputa entre Sadam y su hijo surgieron tras una serie de informes según los cuales Udai conminó hace poco a vanos oficiales del Ejército a integrarse a la milicia fedayin de Sadam, un cuerpo de más de 8.000 hombres creado, para robustecer la guardia presidencial. Como jefe de esa fuerza, Udai ejerce considerable influencia entre los altos mandos militares, hoy intimidados y reacios a contradecir al impredecible y violento vástago de Sadam. Hace dos semanas, fuerzas de Udai chocaron con tropas regulares durante un fallido asalto contra un cuartel de Al Tagi, al norte de Bagdad, de donde los fedayin querían incautarse de tanques T-72.

El Gobierno iraquí desmiente la existencia de nuevas escisiones en el seno de su familia, cuya vulnerabilidad quedó al descubierto en agosto del año pasado con la deserción a Jordania de sus dos hijas, Raghad y Rana, y sus maridos, el general Husein Kamel al Magid y su hermano Sadam al Magid. Ambos fueron asesinados, junto con su padre y un hermano, dos días después de regresar a Bagdad en febrero a pesar de las ofertas de perdón hechas por el propio Sadam.

Niños liquidados

La campaña de eliminación de los Al Magid está a cargo de los fedayin de Udai. Un sector de la oposición señala que los hombres de Udai asesinaron incluso a los hijos pequeños de los desertores a fin de "borrar la línea de sucesión de los traidores". Varias mujeres, entre ellas las hermanas de los desertores, habrían sido asesinadas hace poco en Bagdad.Las denuncias de la oposición se contradicen a menudo, pero convergen en varios aspectos. Aparentemente, la implacable campaña contra el clan de los Al Magid no ha terminado. Informes recientes recibidos de Bagdad señalan que el Gobierno, ha lanzado varias unidades militares para perseguir y liquidar a todos sus miembros. "Muchos de los que trataron de huir hacia la frontera de un país vecino han sido liquidados durante operaciones de rastreo con apoyo de helicópteros artillados. Se calcula que más de 100 miembros de ese clan han muerto en esta purga, ordenada por Sadam y personalmente ejecutada por Udai", dijo una fuente de la oposición.

Pero la coordinación entre padre e hijo termina ahí. Udai, dicen varias fuentes de la oposición, "se le está yendo de 'la mano [a Sadam]", y la captura de cinco comandantes de la Guardia Republicana, incluyendo el general Husein Bahri Ibrahim al Tikriti y del vicealmirante Faisal Husein Hasan al Tikriti, desató las virulentas protestas de los altos militares. Los militares detenidos planeaban huir "a un país vecino", presumiblemente Arabia Saudí. Otros disidentes han huido hacia la región de Mosul, aseguran fuentes de la oposición. Temeroso de contradecir a su hijo y castigar sus continuos excesos, Sadam Husein se resiste a tomar cartas en el asunto.

"Sadam se ha convertido en rehén de su propio hijo. Udai está totalmente fuera de control", aseguró un representante del Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak, la principal organización de la oposición shií con sede en Teherán. Su líder, el ayatolá Mohamed Baker al Hakim, declaró a EL PAÍS que Sadam "se siente acorralado" y por ello no ha aparecido en televisión desde hace más de tres semanas, ni siquiera para exhortar a los iraquíes a acudir a las elecciones parlamentarias previstas para fines de este mes.

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