Cría cuervos ...
Un buitre y dos halcones dejan plantados a los cetreros y ecologistas que los cuidan
Tenían prisa. Un buitre negro que la Consejería de Medio Ambiente y el grupo ecologista Grefa iban a soltar hoy en Fresnedillas de la Oliva(590 habitantes), tras ser curado en el Centro de Recuperación de Especies Protegidas de Buitrago (1.400 habitantes), rompió ayer sus cintas, de sujeción y partió rumbo a Ávila. Unos días antes, Kevi, un halcón peregrino macho de ocho años, y su hija Doña, de dos años, hicieron lo mismo. Se escaparon ante las narices de su propietario, Fulgencio García Getinán. Las tres rapaces, para las que ecologistas y cetreros tenían previstos diferentes destinos, se marcharon sin avisar.El buitre había sido hallado por los agentes forestales el pasado 2 de enero en una finca de Fresnedillas. Tenía síntomas de intoxicación. Fue trasladado al hospital veterinario que la Comunidad tiene en Buitrago. Tras su cura, se le devolvió el pasado viernes a Fresnedillas., Allí fue atado con una cuerda larga a un palo. El fin de esta operación era que el animal se acostumbrase, tras dos meses en cautiverio, al entorno natural. Cuando ayer los especialistas de Grefa acudieron para estudiar los movimientos del ave, el buitre había emprendido el vuelo. Algunos piensan que, a lo mejor, alguien de la zona le ayudó en su escapada. A última hora de ayer, los ecologistas lo tenían localizado en Ávila gracias al radiotransmisor qué lleva atado.El propietario de Kevi -una rapaz entrenada para cazar palomas- ha tenido menos suerte, a pesar de que el halcón también lleva adherido un transmisor. Fulgencio García-Germán recuerda: "Acudí a la Guardia Civil de Colmenar [28.100 habitantes] para dejar aviso por si le encontraban; hablé con otros cetreros de la zona por si sabían dónde podía estar y me fui a todos los pueblos de la comarca norte para pegar carteles por si alguien lo había visto". Una vez hechas las gestiones por tierra, Fulgencio optó por las del aire. Con ayuda de un piloto, consiguió una avioneta con una antena especial y volvió al lugar de los hechos tres días después de perder el rastro del ave. Durante más de dos horas barrieron un radio de 50 kilómetros, mientras un todoterreno con otro receptor rastreaba el terreno, Kevi, valorado en 450.000 pesetas y que quedó en segundo lugar en un campeonato internacional celebrado hace dos años, no quiso dar señales de vida.Hace tres semanas la desgracia se cebó de nuevo con el cetrero. Durante un temporal de viento, Doña, la hija de dos años de Kevi, se escapó de la casa de Fulgencio en Moncloa. Para intentar localizar a este halcón hembra, valorado en 260.000 pesetas, su amo ha sembrado de carteles los alrededores del parque del Oeste y de la, calle de Ferraz. Hasta ahora ha tenido el mismo éxito que con la primera ave.
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