_
_
_
_
_

Adiós, Felipe

(...) Felipe González acaba de conocer una divina derrota. Debilitado por un desempleo récord del 23%, y sobre todo por el aluvión de escándalos financieros que ha marcado el final de su mandato, con los sondeos electorales prediciendo un desastre electoral, Felipe ha terminado a punto y medio de su rival, José María Aznar. Y no cabe duda: ha sido su carisma, su energía, pero sobre todo su balance claramente positivo al frente de la España democrática, lo que, ha salvado al PSOE de una derrota apabullante, Entre otras muchas, han sido dos cualidades las que han hecho de Felipe González un político excepcional: en primer lugar, la fidelidad a sus ideas. ( ... ) Este socialista moderado no es, sin embargo, moderadamente socialista, sino convencido de que el socialismo debía reconciliarse con la economía de mercado; jamás se vio tentado ni por nacionalizaciones ni por la economía dirigida. Más próximo a Helmut Schmidt que a François Mitterrand, jamás se apartó de su línea en 13 años de mandato. Sin embargo, y ésta es su segunda cualidad, se trata de un político ( ... ) capaz de replantearse sus decisiones y de reconocer sus errores. ( ... ) Me parece que un hombre que después de 13 años no se ve afectado del complejo de infalibilidad tiene ante sí todavía un futuro prometedor. No sé si en escala nacional o europea, el tiempo lo dirá, pero estoy seguro de una cosa: ¡volveremos a ver a Felipe!

10 de marzo

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_