Los chechenos desafían a Moscú en el corazón de Grozni

Los independentistas chechenos desafiaban ayer por cuarto día consecutivo a las tropas tusas en varias zonas de Grozni, incluido el mismo centro. Aunque algunos de los atacantes habían huido y las refriegas habían amortiguado su intensidad, el Kremlin no controlaba aún la situación en la capital de Chechenía.Los tiroteos prosiguieron en la noche del viernes al sábado y durante el día de ayer en la ciudad, sobre la que planeaba una nube de humo negro procedente del incendio de un depósito de combustible en un barrio del suroeste. El corresponsal de la primera cadena de la televisión rusa informó por la tarde que proseguían los combates en distritos del sur y suroeste y que había "muchos" muertos y heridos.

Los datos disponibles en Moscú no permitían formarse una idea clara sobre el número de víctimas ni sobre la magnitud de los enfrentamientos, y los corresponsales sobre el terreno no daban una visión general de la situación. El dirigente promoscovita checheno Doku Zavgáiev, afirmó que los focos de resistencia se habían reducido a uno (al sur) y que todos los demás estaban "prácticamente" eliminados.

El ministro del Interior de Rusia, Anatoli Kulikov, se reunió con dirigentes de la república y con responsables locales de seguridad. La reunión, según la agencia Itar-Tass, se celebró en la zona del aeropuerto de Severni, a ocho kilómetros del centro. Y aunque Zagdáiev aseguró que en Grozni no hay pánico", el mortero que, según Reuter, cayó por la noche en el patio del edificio del Gobierno promoscovita y los combates en el centro podrían haber influido en el emplazamiento de la reunión. Durante la misma, Kulikov había sido muy duro con los responsables chechenos del orden público, y les exigió que se hicieran cargo de la situación, según la cadena Televisión Independiente (NTV).

Las informaciones sobre el número de víctimas son confusas, pero podrían rondar los dos centenares. En la noche del viernes al sábado las bajas oficiales fueron de 25 muertos entre los agentes del Ministerio del Interior de Chechenia. A esto hay que sumar 8 muertos y 49 heridos más del contingente de las tropas federales.

Según la cadena NTV, los guerrilleros retenían a más de doscientos rehenes, después de capturar otra residencia de obreros de la construcción. No funcionaba el teléfono y no había agua ni pan. Cuatro pacientes murieron en la mesa de operaciones en una clínica, según Itar-Tass, debido a los cortes de electricidad. La clínica estaba llena de gente malherida, incluidos civiles y niños, y los médicos creían que el miedo a los francotiradores impedía la llegada de otras víctimas, según informó el corresponsal de Reuter.

La incursión de los independentistas ha reafirmado al Kremlin en la línea dura, que es la imperante desde el pasado otoño. A la pregunta de si se iban a restablecer las conversaciones con el general. Dzhojar Dudáiev, el dirigente Doku Zavgáiev afirmó que "después de que Grozni se haya llenado de cadáveres, con los terroristas hay que dialogar en su propio lenguaje". La política de Moscú en Chechenia está dominada hoy por los militares, que seguían impidiendo ayer la entrada de organizaciones humanitarias para recoger los heridos de Sernovodsk, castigado con bombardeos aéreos, y también el acceso a una delegación de diputados rusos.