_
_
_
_

Casta, bravura y nobleza

Marca / Bustamante, Soler, Calvo

Novillos de José Luis Marca, bien presentados, encastados.

Ramón Bustamante: bajonazo perpendicular descarado, cuatro descabellos -aviso- y dos descabellos (silencio); dos pinchazos y cuatro descabellos (silencio). Soler Lázaro: dos pinchazos -aviso-. y estocada caída (vuelta); pinchazo y estocada saliendo trompicado (oreja). José Calvo: estocada corta y rueda de peones (aplausos y saludos); pinchazo, estocada -aviso- y dobla el novillo (palmas).

Plaza de Valencia, 8 de marzo.

1ª corrida de feria. Media entrada.

Los novillos de José Luis Marca lidiados en el festejo inaugural de la feria fallera, con trapío y fuertecitos, encastados, varios bravos, nobles todos, eran de los que sueñan los toreros, gustan a los aficionados, ofrecen en bandeja el triunfo y dan espectáculo. Y, sin embargo, no hubo espectáculo, ni triunfo, ni les sacaron partido los novilleros, ni se divirtió la afición. Probablemente porque no fueron lidiados de. verdad en este festejo inaugural. Lo que llaman lidia consistió en zurrarles la badana a los novillos, pegarles pases y se acabó la presente historia. Es la moda.Las figuras contemporáneas han traído la nueva lidia, donde el trapío de los toros, su casta, su bravura, no son un valor cotizable, no sirven para nada. El toro ha quedado reducido a simple comparsa; una excusa para danzar a su alrededor haciendo cucamonas, cortarle las orejas y luego que vayan diciendo de uno que es un fenómeno. Es el toro artista, que llaman. O sea, el toro artista de circo; un alma cándida; una ruina viviente que se tiene ganado el cielo. Por eso cuando salta a la arena el toro que no es artista, no saben qué hacer con él y le aplican la receta común: los picadores le echan el percherón encima, lo acorralan contra las tablas, le tunden los lomos. Al cuarto el picador lo hizo picadillo. Llega a durar medio minuto más la faena de muleta y se muere sin necesidad de volapié.

Algunos creen de los aficionados veteranos que les prendió la afición al ver la verónica de Ordóñez, el natural de Antonio Bienvenida, la estocada de Rafael Ortega y otros epígonos. Eso contribuía a consolidar la afición, evidentemente, pero se cimentaba en la lidia cabal de los toros; y si salían bravos -y había en los diestros torería-, ya era el espectáculo total.

Toros al estilo de éstos de José Luis Marca, décadas atrás los habrían picado por derecho, presto el capote para sacarlo, arrancadas recrecidas y codiciosas, competencia en quites, banderillas asomándose al balcón, faenas reunidas y macizadas -que decía el maestro Pepe Luis- En cambio, la función inaugural fallera ofreció una simple variante de las capeas; puyazos alevosos; quites escasos; pases mil; desplantes y contoneos. Dentro de ello, Ramón Bustamante cuajó redondos y naturales finísimos al primer novillo, mientras en el cuarto estuvo premioso; Soler Lázaro, que instrumentó largas cambiadas de rodillas, entró en quites, prendió banderillas y muleteó con la tesonera ilusión propia de los novilleros valientes; José Calvo montó faenas larguísimas, en una de las cuales le perdió la cara al toro y sufrió un volteretón.

Dos horas y media duró aquello. Dos horas y media de frío, aburrimiento y frustración. Para semejantes resultados, mejor el cine, donde se está calentito y se casan al final.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_