Lorca y el Cristo de Medinaceli

Al lado de la cripta de la iglesia del Cristo de Medinaceli se había improvisado ayer un tendedero. Seis mujeres de moños rizados y faldas de lunares recogían las enormes sábanas que colgaban de las cuerdas mientras cantaban, bailaban y zapateaban al ritmo que marcaban tres guitarras que lideraba el músico Gerardo Núñez. Instrumentos de percusión y varios palmeros jaleaban esta animada escena, que era atentamente observada por la actriz y directora Nuria Espert. A esa misma hora en habitaciones cercanas, como cada día, varios curas dormían su siesta.La compañía de danza de Carmen Cortés prepara en estos momentos una versión muy flamenca de Yerma, la obra de Federico García Lorca que relata el drama de una mujer que desea un hijo por encima de todo. Nuria Espert ha aceptado por primera vez el reto de dirigir ("supervisar", dice ella) un espectáculo flamenco con coreografía de Carmen Cortés y música del guitarrista Gerardo Núñez. Y, desde principios de enero, los 20 miembros de este ballet flamenco ensayan en la iglesia del Cristo de Medinaceli.

Un local que en otras ocasiones serviría para la catequesis se ha convertido en un estudio de baile: espejos y suelo de contrachapado de madera para que suenen bien los zapatazos de los bailaores. El horario de ensayos está restringido por el de las misas y por la devoción que cientos de madrileños guardan a este cristo en marzo: los viernes, día de peregrinación para los fieles, los bailarines tienen que descansar. Lo de ir a parar a este local se debe a los sobrinos de Carmen Cortés, que las pasadas navidades lo utilizaron para una función. A Lola, la hermana de la bailaora, se le ocurrió que podría servir para preparar Yerma. Y a los curas les pareció muy bien la idea.

Yerma se estrenará el próximo 22 de marzo en Cuenca. Para Cortés era muy importante que la historia que cuentan los bailarines con sus cuerpos se entendiera perfectamente por parte del público. Y para eso llamó a Nuria Espert. "Si está Nuria, entramos más en lo que es teatro, aunque no hay tantas palabras como en un montaje teatral", explica Cortés, que anade: "Yo veo muy flamenca a Nuria".

Para Nuria Espert, es la primera incursión profesional en el flamenco. Y está entusiasmada. "Hemos tomado la obra tal cual es", dice. "En sus partes narradas se baila y los poemas se recitan y se cantan. Pero siguiendo el argumento de Lorca", explica. Una de las cosas que ha conseguido esta actriz y directora es que Carmen Cortés se lance a recitar versos por primera vez en un escenario. "Es una artista extraordinaria. Es como Carmen Amaya. Cuando baila los espejos tiemblan y a las personas se les corta la respiración", comenta Espert a propósito de Cortés, mientras sigue atentamente sus pasos con un cuaderno de notas en la mano.

De todos los curas el único que ha fisgoneado un poco en los ensayos de Yerma es el padre Egido, encargado de abrir y cerrar unos locales que han pasado de la paz de Dios a la juerga por bulerías.