Dole se catapulta como candidato republicano para disputar a Clinton la Casa Blanca
Bob Dole, el septuagenario político que ha pasado la mitad de su vida en los salones del Capitolio, parece definitivamente confirmado como la opción del Partido Republicano para batir a Bill Clinton y recuperar la presidencia de EE UU el próximo mes de noviembre. Una serie de elecciones primarias celebradas el martes en diferentes Estados del país dieron a Dole una ventaja tan amplia que casi todos sus rivales decidieron abandonar ya la carrera electoral. Sólo Pat Buchanan, el comentarista ultraconservador, parece en condiciones todavía de plantearle batalla.
Eufórico tras su claro triunfo en lugares tan distintos como Maine y Georgia, Colorado y Massachusetts, Dole declaró que la etapa de división en el Partido Republicano ha terminado, y que ahora todas las fuerzas conservadoras se unirán en torno a su candidatura. "Muy pronto vamos a unirnos para conseguir nuestro propósito, que es derrotar a Clinton", dijo.Eso parece cierto por lo que respecta a la mayoría de los candidatos que hasta ahora le han hecho frente. Lamar Alexander, el ex gobernador sureño que se presentaba como una alternativa joven y nueva, anunció ayer su despedida de esta carrera. Richard Lugar, que había conducido sin éxito una campana seria y centrista, abandonó también.
Steve Forbes, que ocupa la segunda posición en número de delegados para la convención republicana, está dispuesto a seguir adelante, pese a su pobre actuación del martes, cuando quedó tercero en los ocho Estados en los se celebraron primarias. Ayer, después de que todos los rumores anticipasen su retirada, el multimillonario editor que promete un paraíso fiscal compareció al lado de Jack KeMp, un líder republicano Popular en Nueva York, para anunciar que continúa. Probablemente eso servirá sólo para retrasar su final. Nueva York tiene la palabra al respecto.
En todo caso, este proceso parece convertido en un mano a mano entre Dole y Buchanan. Buchanan admitió ayer que la denominación de su rival como candidato republicano "parece inevitable", pero decidió mantenerse en liza "con la esperanza de que algo pase".
Esta campaña está resultando tan extraña y con tantos altos y bajos que no se puede descartar por completo que algo pueda pasar. Quizás no en Nueva York, donde Forbes es el único rival de Dole y el nombre de Buchanan ni siquiera figura, en muchas de las circunscripciones para las elecciones de hoy. Pero quizás sí el próximo martes en las primarias que se celebran en los grandes Estados del sur.
No al radicalismo
La sorpresa, sin embargo, es ahora más improbable ya que cada vez está más claro que el electorado republicano ve a Dole, si no como el mejor candidato posible, sí como el único que puede enfrentarse a Clinton con ciertas posibilidades de éxito. El radicalismo de la campaña, de Buchanan, que ha estado cargada de mensajes racistas y ultranacionalistas, ha contribuido a favor de Dole.
Por si eso no fuera suficiente, el senador de Kansas cuenta con el apoyo de figuras republicanas claves en Estados claves. En Nueva York, el poderoso senador Alfonse D'Arnato se ha encargado de allanar el terreno para la victoria de su colega; Dole cuenta con el apoyo del gobernador de Tejas, George Biash; del de California, Pete Wilson, y con el del líder del Partido Republicano en Florida, Jeb Bush, para asegurarse el triunfo en los lugares que más compromisarios aportan a la convención republicana de San Diego, en agosto próximo. Además le apoya el presidente de la. Cámara de Representantes, Newt Gingrich, quien representa un aliado imprescindible si Dole quiere unir al Partido Republicano.
Pat Buchanan ha prometido que estará en San Diego para defender sus ideas contra el aborto, contra la inmigración y contra los pactos comerciales de Estados Unidos. Pero no ha garantizado todavía su explícito respaldo a Dole, de quien ayer dijo que era "un barco vacío, sin ideas, sólo una interminable, serie de clichés".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.