Aznar abraza la "cultura del pacto" porque "es el mandato recibido de los electores"
La Junta Directiva Nacional del Partido Popular ratificó ayer por consenso la necesidad de buscar pactos con las fuerzas nacionalistas para hacer posible la investidura de José María Aznar y la formación de un Gobierno estable. El propio candidato y presidente de¡ partido interpretó ante más de 400 miembros del máximo órgano entre congresos que los electores han encargado a los populares que gobiernen y a otros grupos del centro derecha que les ayuden. Hay que instalarse, agregó, "en la cultura del pacto y la negociación" y hay que "convertir la obligación" del diálogo "en oportunidad y realidad.
Un Aznar recuperado completamente del cansancio y del desconcierto de la noche electoral trató, como suele hacer en estas reuniones, de marcar la pauta y de dar ánimos a los suyos. La recuperación es indiscutible, según sus colaboradores, y ayer por la mañana estaba enfadado, síntoma de normalidad para quienes le conocen bien, porque no le cabían todas las actividades del día en la agenda."Me va la marcha, me ilusiona resolver situaciones difíciles", bromeó ante la atestada sala. En resumidas cuentas, explicó, hay cuatro opciones matemáticas, pero sólo dos son viables: o un acuerdo con CiU, PNV, Coalición Canaria y Unió Valenciana, o nuevas elecciones generales a corto plazo.
Las dos opciones matemáticamente posibles, pero políticamente inviables, serían un acuerdo del PP con IU, que sumaría en el Congreso de los Diputados mayoría absoluta, o un pacto entre populares y socialistas. Descartadas ambas, Aznar reiteró lo que ya dijo el lunes: "Haré todo lo posible por evitar nuevas elecciones generales. La realidad del país no lo permitiría. Hay que afrontar la lucha contra el paro y el terrorismo y llegar a los criterios de convergencia europea".
Sin mencionar al PSOE, Aznar advirtió que "otros políticos intentarán otra cosa", pero dejó clara su interpretación de los resultados electorales. "Los españoles han dicho al Partido Popular que gobierne con los demás, pero también han dicho a los demás que ayuden al Partido Popular a gobernar".
Aznar cree que existen bases objetivas para conseguir acuerdos porque "hay coincidencias básicas" entre populares y nacionalistas "sobre el marco europeo y los programas económico y autonómico". En primera persona del singular de nuevo, declaró que le hace ilusión "aprovechar esta oportunidad" porque tendrá que pactar, "pero este espíritu ya lo habíamos anunciado en la campaña, tuviéramos mayoría o no".
Los populares subrayan ahora que han tenido un largo historial de enfrentamientos con CiU en los últimos tres años, pero que Aznar también se comprometió en Barcelona, durante la campaña electoral, a mantener una actitud de lealtad, diálogo y colaboración con las instituciones catalanas.
El consenso fue absoluto. No hubo ninguna intervención contraria o reticente a la estrategia de pactar con los nacionalistas. El secretario general, Francisco Álvarez Cascos, con notas en la mano, habló durante varios minutos para alertar al partido y pedirle que esté preparado.
Alvarez Cascos cree que hay sectores de opinión empeñados ahora en oscurecer la victoria del PP y que intentarán después presentar posibles acuerdos con los nacionalistas como un conjunto de cesiones oportunistas, cuando debe tratarse de articular conjuntamente "un proyecto para España" y de que así sea entendido.
La reunión, que se inició a las 11 y duró casi cuatro horas, arrancó con informes sobre los resultados electorales de Mariano Rajoy, coordinador de la campaña de las generales, y Javier Arenas, candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía.
Pactos por fases
Arenas recibió el respaldo expreso del presidente del PP a su tarea. El partido no ha conseguido sus objetivos en algunas comunidades autónomas, pero desde el punto de vista de las elecciones generales no es ese el caso de Andalucía, donde la ventaja del PSOE se ha reducido de 17 a 8 diputados.
Los populares, según explicaban algunos dirigentes en los pasillos, intentarán pactar por etapas. Rodrigo Rato tiene la misión de conseguir primero un acuerdo sobre la composición de las Mesas del Congreso y del Senado. Sobre el Congreso, Aznar declaró ayer a TVE que desea la máxima pluralidad en su órgano de gobierno, de manera que estén representados "los cinco grupos parlamentarios", es decir, PSOE, IU, CiU y PNV, además del mayoritario. Propone también una representación plural en la Mesa del Senado, cámara en la que los populares disponen de mayoría absoluta.
La segunda fase del acuerdo sería la investidura, la más difícil. "Un calvario", admitió ayer con humor un dirigente en los pasillos. "Subiremos el Gólgota con paciencia". La tercera fase sería pactar las grandes líneas de los Presupuestos Generales del Estado para 1997 y 1998, de los que dependerá el cumplimiento de los criterios de convergencia europea.
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