El PSOE cerrará campaña alertando contra los riesgos del cambio
En el PSOE se asegura que Felipe González, presidente del Gobierno, no caerá en la tentación de repetir la fórmula utilizada en 1979 por su ahora amigo Adolfo Suárez. El líder de UCD dedicó los últimos minutos de TVE en la víspera de aquellas elecciones para alertar sobre el peligro marxista que se avecinaba si ganaba el PSOE. Surtió efecto y ganó. González no va a decir mañana que vuelve la España negra, aunque sí que se siente "en la obligación" de advertir a los ciudadanos que tiene razones fundadas para afirmar que habrá un parón, cuando no un retroceso, en el incipiente Estado de bienestar; que tiene muchas dudas de que José María Aznar pueda librar con éxito los desafíos de la Unión Europea, y que tiene dudas de, que no tomen cuerpo los signos de intolerancia que aprecia."Me siento en la obligación de decirlo a los ciudadanos". "No quiero que dentro de dos años nadie me diga por qué no advertí de lo que podía pasar". Éstos son los soportes que González utilizará para desgranar su temor, cuando no sus datos referidos a las comunidades autónomas en las que ya gobierna el PP, de lo que puede ocurrir el 3 de marzo si cambia el Gobierno.
Las fuentes consultadas reconocen que el partido socialista corre el riesgo de ser acusado de utilizar el discurso del miedo y de azuzar viejos fantasmas. Pero alegan que las muletillas a las que recurre González para anunciar posibles males no permiten objetivamente reprocharle que hace catastrofismo.
El comité electoral de campaña socialista tiene ya el diseño de los dos últimos días. Hoy en Barcelona, prepararán a González un acto espectacular, en el que se hará una notable exaltación de modernidad. Todo ello con aires de victoria dadas las buenas expectativas del PSC en Cataluña. El acto final de campaña, primero, en Madrid y luego en Sevilla, será una llamada a la participación y a la movilización de toda la izquierda. El índice de participación ciudadana el 3 de marzo será fundamental para marcar las diferencias. Cuando González acuda a estos dos actos ya habrá grabado una entrevista en TVE y el último mensaje de diez minutos a que tienen derecho los partidos.
