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La OTAN intenta organizar la caótica huida de los barrios serbios de Sarajevo

ENVIADO ESPECIAL

La aceleración del éxodó de los serbios de los barrios que todavía controlan en Sarajevo ha forzado a la OTAN a preparar un plan de ayuda, cuyos detalles estarán listos hoy, para organizar los convoyes y proporcionarles seguridad de movimientos en ruta hacia su territorio. El mando de la Alianza en Bosnia aceptó ayer que vehículos militares serbobosnios, desprovistos de placas de matrícula y conducidos por civiles, participen en el traslado de los enseres de los serbios. Doscientos camiones del ejército ya estaban listos por la tarde en Pale para acudir a Vogosca e llijas, según anunció el líder serbobosnio Radovan Karadzic La Alianza enfatizó ayer que su misión no será escoltar una huida colectiva en contra de la cual están la propia coalición internacional y el Gobierno bosnio.llijas, un alejado suburbio serbio al norte de Sarajevo, será el segundo en pasar, a finales de esta semana, bajo el control de la federación bosnio-croata. Hasta el 20 de marzo próximo, en que deberá estar completado el traspaso de territorio entre los bandos enemigos, los serbios deben entregar Hadzici, llidza y Grbavica, en la periferia y el centro de la capital bosnia. El Gobierno de Sarajevo ya asumió el control formal de Vogosca a finales de la semana pasada, dondé han decidido quedarse algunos centenares de personas

e una población que superaba las diez mil. Los serbios de Vogosca, donde el ambiente es de gran tensión, acusan de intimidación a la policía desplegada por las autoriades federales bosnias.

Los jefes secesionistas de Pale han conseguido convencer a los suyos, alrededor de 60.000 personas, según cálculos de organizaciones humanitarias, de que deben abandonar la ciudad por cuya conquista lucharon durante más de tres años y medio y a la que sometieron a un asedio despiadado. Un portavoz de lfor (fuerza de paz en Bosnia) daba ayer cuenta en Sarajevo de que los vecinos de llijas aceleran, entre nieve abundante, los preparativos para la que puede ser una larga marcha, según sugirió ayer Karadzic.

El coordinador para los aspectos civiles de la pacificación, Carl Bildt, visitó llidza, el gran suburbio serbio al suroeste de la capital, para intentar, una vez más, convencer a las autoridades locales de que desaconsejen la huida de la población. Pese al despliegue de Ifor, la presión del éxodo ha disparado la violencia incontrolada en esta zona, donde se suceden los asaltos y robos contra vehículos de paso.

"Autodepuración etnica"

Los serbios han planteado su línea de resistencia en un terreno donde los carros de combate, y los aviones no tienen cabida. Mientras los aspectos militares de los acuerdos de Dayton discurren más o menos conforme a la agenda pactada -los mandos de la OTAN consideran "satisfactorias" sus últimas reuniones con los jefes militares serbobosnios-, los políticos están, a merced de la estrategia del éxodo impulsada por los dirigentes de Pale. Consiste, según el portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Chris Janowski, en "autodepurarse étnicamente", acusando a la comunidad intemacional de no darles garantías suficientes frente al Gobierno bosnio.ACNUR reiteró ayer que no colaborará con sus medios en el vaciamiento de Sarajevo, por entender que contribuye a dinamitar el proyecto de convivencia interétnica al que se han comprometido las tres partes que firmaron los acuerdos de paz. "Estas zonas no van a convertirse en un protectorado internacional, hay que dejar que la Federación [de los musulmanes y croatas de Bosnia] asuma sus compromisos en ellas", dijo Janowski.

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