La inspección a los clubes de fútbol aceleró la disolución de la unidad antifraude del Ministerio de Hacienda
Las disputas entre los miembros de la Unidad de Vigilancia y Represión contra el Fraude Fiscal y los responsables de la Agencia Tributaria sobre las inspecciones de los clubes de fútbol han sido el factor desencadenante de la fulminante disolución de esa unidad especial, según diversas fuentes consultadas por este diario.Estas inspecciones, que se iniciaron en el otoño de 1994, se encontraban en un punto "muy avanzado" y los técnicos encargados de ellas habían planteado a los responsables de la agencia la necesidad de presentar actas a algunos clubes. Los inspectores eran partidarios de presentar esas actas , aunque las entidades deportivas estuvieran disconformes" y de que fueran "los tribunales los que decidieran quién tenía razón", han apuntado las mismas fuentes.
Entre los clubes sometidos a inspección se encuentran seis equipos de Primera, entre ellos el Barça, el Atlético de Madrid y el Real Madrid. En el caso del Barca, la semana pasada inspectores de Hacienda comunicaron a los responsables del club que la presentación del acta sería inminente, pues no se descartaba que pudiera efectuarse antes de las elecciones del 3 de marzo o al día siguiente.
A pesar de que el club ya había recibido comunicaciones en el mismo sentido en otras dos ocasiones y nunca se habían concretado, en este caso los servicios jurídicos del club se pusieron en contacto con el presidente de la Agencia Tributaria y secretario de Estado de Hacienda, Enrique Martínez Robles. Este último, aparentemente, no estaba informado.
Los inspectores de la unidad antifraude terminaron su trabajo de campo en el Barça en abril de 1995 y llegaron a la conclusión de que en este caso las cantidades no retenidas en los ingresos por derechos de imagen ascendían a unos 3.500 millones de pesetas entre los años 1989 y 1993, aunque posteriormente el primero de esos ejercicios prescribió. En cualquier caso, la inspección del Barcelona era la que estaba más avanzada y los técnicos de la unidad antifraude retendían utilizarla como modelo aplicable al resto de los clubes de Primera División.La inspección del Barca provocó en el pasado importantes movimientos políticos. A finales del pasado año representantes de CiU y del club azulgrana se entrevistaron con el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba. En las reuniones se alcanzó un acuerdo por escrito como una futura enmienda para incluir en el decreto (le prórroga de los presupuestos para 1996. La enmienda fue redactada por la diputada socialista Mercedes Aroz, de acuerdo con las instrucciones de Rubalcaba.
Aunque la oposición de Martínez Robles impidió que prosperase, los técnicos de la unidad antifraude recibieron muy mal la intervención del ministro de la Presidencia cuando aún no había concluido la inspección.
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