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Una mansión parisina del XVIII alberga el primer museo europeo de la fotografía

Newton, Salgado, Pierre et Gilles y Rheims entre los creadores que exhiben sus obras

La Maison Europeenne de la Photographie (MEPH) ha abierto sus puertas en París. Se trata, según su director, Jean-Luc Monterosso, del primer centro que reúne, alrededor de la imagen fija, los tres soportes esenciales: el nitrato de plata, la página impresa y el filme". La flamante Maison está instalada en un edificio de 1706, en el centro histórico del viejo París. El antiguo edificio ha sido restaurado y doblado por un anexo moderno, realizado por el arquitecto Yves Lion. Las obras han sido pagadas, en su casi totalidad (unos 2.450 de pesetas) por el Ayuntamiento.

El municipio parisino invertirá cada año otros 20 millones de francos (unos 500 millones de pesetas) para garantizar el funcionamiento de un lugar que se ocupa de conservar "la imagen de lo efímero". En la actualidad, el Ministerio de Cultura francés dispone de otros dos centros dedicados al patrimonio fotográfico y cuyo funcionamiento supone un coste de 15 millones de francos (unos 370 millones de pesetas). Aunque la política de inclusión de la fotografía dentro del terreno de lo artístico-cultural data de 1958 y de la llegada de André Malraux al recién creado Ministerio de Cultura, no es hasta la ascensión al poder de los socialistas en 1981 cuando la fotografía pasa a disponer de una dotación importante. En 1993, último año de gobierno de la izquierda, la cantidad destinada a la compra de obra fotográfica era de tres millones de francos. En 1994, ya con los gaullistas, el presupuesto se redujo a 870.000 francos.Monterosso dice organizar su trabajo como director a partir de tres grandes principios: "La convicción profunda de que el trabajo fotográfico necesita de series, de grandes conjuntos; la conveniencia de adquirir tirajes originales y de época, única manera de subrayar esa especificidad de la fotografía que -Permite al artista revisitar su obra, reinterpretarla cambiando el formato, el encuadre y las tonalidades; y no limitarnos a los clásicos de la fotografía sino abrir el centro a los jóvenes, que a menudo encuentran grandes dificultades para llegar a exponer".

12.000 obras

El centro está concebido como un espacio pensado para distintos tipos de exposiciones, incluye una biblioteca y una videoteca, y es también un instituto de investigación. La mitad del espacio -unos 1. 500 metros cuadrados- lo requieren las salas destinadas a acoger exposiciones. En el momento de su apertura, la colección permanente reúne unas 12.000 obras y se muestra, parcial y de. manera rotativa, en las salas. Irving Penn y Polaroid. Una zona destinada a los creadores- contemporáneos acoge producciones o coproducciones de la MEPH, aunque en el momento de la apertura sus salas acogen una muestra del trabajo de los ganadores del Gran Premio de la Villa de París, que no son otros que Romeo Martínez, Maurice Tabard, Jean Dieuzade, Denis Brihat, Helmut Newton, Sebastiâo Salgado, Pierre et Gilles, Bettina Rheims y Keiichi Tahara. Las imágenes de carácter "histórico o científico" también tienen espacio propio, al igual que otro consagrado a los jóvenesLa biblioteca reúne 12.000 volúmenes, da trabajo a 24 especialistas y ha sido constituida a partir del fondo legado, por el fotógrafo y editor español Romeo Martínez, que da nombre a la instalación. Pone también a disposición del público todo lo publicado sobre fotografía desde 1958. La videoteca reúne más de 500 filmes realizados por y sobre fotógrafos, permite encontrar datos sobre más de 4.000 de ellos y ofrece también un archivo sonoro sobre 150 personalidades de la fotografía francesa.

La parte considerada como Instituto de Investigación comprende un taller de restauración dirigido por Anne Cartier Bresson y un auditorio de cien plazas pensado tanto para servir como lugar preparado para acoger todo tipo de proyecciones como para adaptarse a reuniones y debates. La instalación está dispuesta para que se puedan emplear en ella cascos infrarrojos que resuelvan todos los problemas de traducción simultánea. "Las colecciones, más allá de cuestiones geográficas, quieren ser representativas de la diversidad y riqueza de la práctica fotográfica", dice Jean-Luc Monterosso, "y queremos mostrar tanto los trabajos de quienes se sitúan en la frontera de lo fotográfico, como es el caso de Boltanski, Sophie Calle o Alain Fleischer, como el de aquellos autores que sólo pueden concebirse como fotógrafos, tales como Helmut Newton o Bemard Plossu".

La opacidad es la clave

Las actuales instalaciones, que aún no están todas en condiciones de pleno rendimiento, se completarán antes de que acabe el año con una librería y un restaurante. "Lo más importante era tratar el patrimonio con respeto al mismo tiempo que ponerlo en competición con la arquitectura moderna", explica Yves Lion, "de manera que se produjese un enriquecimiento mutuo. La clave del sistema, mi principal preocupación en un edificio con tantos ventanales estribaba en controlar la luz. La opacidad es la clave del sistema. Había que tamizar la luz, permitir que cada artista pudiese exponer de manera distinta y adecuada". Se trata, en definitiva, de una arquitectura que no pretende competir con la obra, que está al servicio de ésta.Una vez acabada la brillante mezcolanza con que se celebra la inauguración del centro, las primeras y verdaderas exposiciones abrirán el mes de abril y estarán dedicadas a Luciano Castelli y David Seidner. En septiembre será el Nueva York de William Klein el que colgará de las paredes junto a unas retrospectivas de Arnaud Class y Pierre et Gilles.

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