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La primera ley de eutanasia del mundo, aprobada en Australia, entrará en vigor en el Territorio del Norte

El Parlamento del Territorio, Norte de Australia aprobó el pasado martes la primera ley de eutanasia del mundo, que permitirá disponer de su propia muerte a enfermos terminales a quienes previsiblemente les quede sólo un año de vida."Es una ley pionera en el mundo", dijo ayer un portavoz dé la asamblea legislativa del Territorio Norte, un área de clima tropical, de 1,3 millón de kilómetros cuadrados, donde viven 180.000 personas.

Cualquier ciudadano australiano podrá acudir al Territorio del Norte en demanda de que se le aplique la Ley de Derechos de los Enfermos Terminales, siempre que cuente con el aval de, al menos, dos médicos que certifiquen que su dolencia es incurable.

La ley, que superó el trámite parlamentario el pasado mayo y necesitó algunas enmiendas, entrará en vigor en los próximos meses. Las enmiendas especificaron la cualificación médica para determinar el estado mental y físico del enfermo solicitante.

En Holanda la eutanasia sigue siendo técnicamente ilegal, pero las autoridades han marcado directrices que permiten esquivar esos problemas, con lo que de hecho funciona una despenalización, siempre que se respeten unos requisitos de control médico.

El estado de Oregon (Estados Unidos) aprobó por referendum una ley de Muerte Digna, en 1994, pero en agosto pasado un juez federal interpuso un recurso porque el texto no garantizaba igual protección constitucional.

La ley australiana fue en principio impulsada por el entonces primer ministro del Territorio Norte, Marshall Perron, que asistió a la penosa agonía de su madre en 1994, y que en 1989 había visto morir de cáncer a un colega político muy próximo. Perron dimitió en 1995, tras 21 años de carrera, a fin de permitir a sus compañeros del Partido Conservador libertad de voto en el tema, lo que provocó un intenso debate en toda Australia.

Las encuestas indican que el 70% de los australianos es favorable a la eutanasia. La mayor oposición viene de los grupos católicos y aborígenes.

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