Sube y baja

LOS DATOS de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al último trimestre de 1995 registran un aumento de algo más de 9.000 parados' en relación con el tercer trimestre, pero en el conjunto del año la evolución del desempleo ha sido muy favorable. El debilitamiento de la actividad económica en el cuarto trimestre de 1995 explica ese aumento en el número de parados, por lo demás común con la tendencia observada en las principales economías europeas, especialmente la alemana.Globalmente, el paro se redujo durante 1995 en 119.000 personas y se crearon más de 372.000 puestos de traba o (es decir, 1.020 empleos diarios contando sábados domingos), con una incorporación de 253.000 personas a la población activa. El paro, según la EPA, se situó en el 22,70% a final de año sobre una población activa de 15.200.000 personas.

Salvando las evidentes distancias que existen entre EPA y el paro re istrado (en este caso, el paro no alcanza el 16%), la evolución de ambos marca una tendencia similar de mejora (en 1994, según la EPA, era del 23,91%, y según el Inem, del 16,51%). Al margen de esta mejora genérica, el dato más significativo de la EPA es que un alto volumen de los nuevos empleos -211.730 (el 56,8%)- son indefinidos. Es decir, se rompe una tendencia de destrucción de contratos fijos ininterrumpida desde hace seis años. Ese dato, unido a la elevada incorporación de mujeres a la población activa -189.740- y a la población ocupada -218.820-, pone de manifiesto la confianza en el crecimiento económico de los empresarios y de quienes buscan trabajo. Otro dato que hay que destacar es que casi todo el empleo se ha creado en los servicios.

Las cifras que presenta la EPA no son para echar las campanas al vuelo. España sigue a la cabeza en número de parados de la Unión Europea y, de introducir en los criterios de convergencia el factor paro, se encontraría con un impedimento difícilmente salvable para aprobar el examen de convergencia. Pero es verdad que el empleo indefinido crece por primera vez desde 1989 en términos anuales. Y, sobre todo, que ahora se han creado, con un crecimiento de la economía del 3%, tantos empleos como en la segunda mitad de los ochenta se creaban con crecimientos de más del 5%. Esto significa que la economía española hace repercutir su crecimiento en el empleo con más intensidad que en el pasado. En buena medida, consecuencia de una reforma laboral que aspiraba justamente a eso.