"No me gusta el cine que hace Hollywood hoy"

JOSÉ COMAS No le gusta el cine que hoy se hace en Hollywood, para que una película sea inmortal se necesita que el realizador ponga pasión en el tema, está convencido de que actuó bien al declarar ante el Comité de actividades antinorteamericanas del senador Joseph McCarthy en los años cincuenta y se considera demasiado viejo a sus 86 años para dirigir una película. El maestro Elia Kazan, a quien la Berlinale premió ayer con un Oso de Oro por toda su obra, un pedazo de historia del cine, se paseó ayer por el festival y durante una hora se permitió desde su posición más allá del bien y del mal responder sin inhibiciones a todas las preguntas. Así es la vida, pero la conferencia de prensa con Kazan no fue tan multitudinaria como la de los días anteriores con Jodie Foster y John Travolta.

Sordo como una tapia, pero ágil de mente y con la mala leche a flor de piel, Kazan consiguió hasta que los fotógrafos dejasen de molestar con sus flashes cuando dijo: "si siguen así, me marcho". Tiene Kazan un aire de lo que en América Latina llaman turco, es decir de origen árabe, con aspecto de pícaro comerciante de tejidos baratos. Su origen tiene importancia y determinó entre otras cosas su tal vez última gran obra América América.

Explicó Kazan que procede de Anatolia y es un griego que creció en Turquía. En su casa hablaban griego y en la calle turco y declaró su amor por los dos países. No obstante, a lo largo de la conferencia de prensa quedo, de manifiesto que su gan pasión es América, América. Kazan no dice Estados Unidos, sino América.

En dos ocasiones le buscaron las cosquillas a Kazan con preguntas sobre su declaración ante el comité senatorial encargado de perseguir a los comunistas, cuando las famosas cazas de brujas que alcanzaron Holywood. Kazan lo tiene claro: "no fue un error en mi vida. Yo fui año y medio miembro del partido comunista, no me gustó lo que vi allí y así lo declaré". En otro momento un periodista repitió la pregunta y Kazan insisitió: "no estaba de acuerdo con el partido comunista y no tuve problemas en declarar". Con su militancia comunista, explica Kazan que él pretendía "mejorar América" y las mismas ideas de perfeccionarla le inspiraron, cuando realizó la película Los visitantes sobre las conscuencias de la guerra de Vietnam, "amo América y quiero hacer un país mejor. Vivo allí, allí tengo muchos hijos y seis nieto?.

Esta convencido Kazan de que con el cine, con el arte en general, con una novela, un poema o una película "se puede mejorar el mundo". Al menos él sintió que algunas obras le mejoraron y al cine le corresponde un papel- fundamental, porque es el lenguaje común. Dejó claro Kazan que aborrece el cine que hoy se hace en Hollywood: "yo ya no trabajo allí, pero mi hijo Nicolaus trabaja allí y lo que oigo no me gusta. Yo ahora sólo escribo libros". Lo que marca la, diferencia con las películas que se hacían antes es la temática, la pasión por el tema. Hoy esto no se da y por eso son cada día menos interesantes. No hubo forma de arrancarle cuáles fueron las, películas que más le gustaron en los últimos cinco años. Asegura, eso sí, que las que más le gustan de todo el cine "son las mías, que son las mejore?. Al señalar la mejor, Kazan mencionó Río salvaje.

A duras penas le salen luego algunas alabanzas para varios directores actuales y menciona a Woody Allen, Stanley Kubrick, Steven Spielberg y Martin Scorsese, quien se portó con gran generosidad al restaurar las películas de Kazan que se proyectan en la retrospectiva de la Berlinale, "él las restauró y lo pagó todo. El gana mucho más que yo, pero es un hombre extraordinario". A la hora de hablar de maestros menciona en general a los directores rusos y a John Ford.

Sobre la relación con los actores, explica Kazan que era fundamental meterse en sus vidas, conocer sus problemas y su intimidad, hacerse amigo de ellos. En otro momento dijo que "son como niño? y de ellos se aprende lo que se aprende de los niños. Con Marlon Brando siempre estuvo de acuerdo, mientras trabajaron juntos, Ias dos primeras películas con él fueron maravillosas, luego ya no tuvo interés en seguir trabajando conmigo, quiso dirigir él, yo lo animé y así lo hizo". Para ser un buen actor, Kazan recomienda que se vayan a Estados Unidos, donde están los mejores maestros, "se necesita estudiar en una buena escuela, contar con un buen maestro, disposición a entusiasmarse, trabajar mucho y saber lo que se quiere".