Ahora, Aviaco
LOS PILOTOS de las líneas aéreas públicas españolas no paran de dar sorpresas. Mientras el conflicto entre los de Iberia y la dirección está en vías de solución, los de Aviaco se han descolgado con la convocatoria de una huelga que empezó ayer y que, como ya es casi tradición entre este colectivo, tiene unos motivos verdaderamente confusos. Oficiosamente se afirma que es en apoyo de su alternativa al plan de futuro de la empresa, que incluye una cesión de la tercera parte de las acciones a cambio de congelación salarial, mientras oficialmente se alega como causa la presión para que la compañía plantee un nuevo plan.Aviaco ha expuesto lo que quiere hacer en la compañía hace meses. El problema es que sus planteamientos,han sido rechazados por la plantilla, que ve, en ellos una copia del esquema aplicado en Iberia, cuando, alegan los trabajadores, la situación de ambas compañías es radicalmente distinta. Iberia perdió el año pasado 45.000 millones de pesetas (de ellos 37.000 por el coste de la reconversión laboral), y Aviaco presentó en 1994 215 millones de beneficios. Dirección y pilotos coinciden, sin embargo, en que esta última empresa no podrá aguantar el ataque de la competencia tras la liberalización del sector aéreo en Europa, a partir de abril del año que viene, si no introduce considerables cambios.
El calado y carácter de esos cambios es lo que enfrenta a las partes, y la falta de diálogo, lo que impide las aproximaciones. Además, la sombra de Iberia planea sobre todo el proceso. Hasta que no se solucione definitivamente el conflicto de la compañía matriz será difícil que se despeje el camino de la hermana pequeña. El diálogo hasta ahora se ha hecho casi imposible con una dirección atada de pies y manos mientras permanecían los problemas en Iberia, y con unos pilotos que parecen empeñados en remedar los errores de sus compañeros de la compañía matriz.
Que los paros se hayan convocado en plena campaña electoral -los días 16, 17, 18, 19, 28 y 29 de febrero y 1 de marzo- añade nuevos tintes al problema, si se tiene en cuenta, sobre todo, que los pilotos ya han anunciado su deseo de quedarse con el 100% de Aviaco "cuando llegue el Partido Popular", confiando en la política de privatizaciones de ese partido. En vez de preparar grandes inversiones futuras -el SEPLA, el sindicato que agrupa al colectivo, ha anunciado su intención de crear una compañía aérea- más valdría que analizaran con rigor el futuro de la compañía y, sobre todo, que usaran el legítimo derecho de la huelga con mayores dosis de sentido común. O, al menos, que explicaran con más claridad su motivos. Porque entre bambalinas aso man dos temas espinosos que coinciden con los que durante más de un año han provocado el problema en Iberia: causas económicas (la oposición a un fuerte recorte salarial) y de mayor poder en la compañía. En el caso de los pilotos de Aviaco se añade, además, la intención de separar la gestión y la propiedad de Iberia, a la que consideran culpable de parte de sus males.
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