Aznar rinde tributo a Alberti como "uno de los más brillantes poetas" de España

"Ha sido un día muy feliz, un grandísimo honor para mí". Frente al número 7 de la calle de Albariza, en una urbanización modesta de la periferia de El Puerto de Santa María (Cádiz), José María Aznar resumía la entrevista que había mantenido con Rafael Alberti en la residencia del poeta. Fue uno más de los conejos que ha ido sacando de la chistera en la precampaña como quien no quiere la cosa, como si salieran solos. Aznar anunció luego, en un mitin en Cádiz, que una de las primeras medidas que adoptará tras el 3 de marzo si llega al Gobierno será reformar el Código Penal para que los terroristas cumplan íntegramente sus penas.

El poeta comunista, último superviviente de la generación del 27, y el presidente del PP departieron durante 40 minutos. La cita era a las seis y cuarto de la tarde. Aznar llegó a la residencia de Alberti Ora marítima acompañado del candidato popular a la presidencia de la Junta de Andalucía, Javier Arenas, y de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. El encuentro había sido concertado a través de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) del PP, aunque Aznar aclaró en el mitin que estaba concertado desde hacía bastante tiempo y que tuvo que ser aplazado por la enfermedad del poeta.Alberti recibió a sus invitados junto a su esposa, María Asunción Mateo, en una sala con amplias cristaleras sobre el pequeño jardín, sentado en un sillón de médula, con camisa celeste, pantalón oscuro y jersey rojo. En la estancia, cuadros con algunos dibujos suyos, el poema "Bahía del ritmo y de la gracia" grabado en azulejos sobre la pared, una fotografía de su primera esposa, María Teresa León, ya fallecida, y un calefactor eléctrico en una esquina. A sus 93 años y convaleciente, ofrecía un aspecto vital.

Aznar, según relató luego, le agradeció la invitación. "Como español, me siento orgulloso de haber podido hablar con uno de los más brillantes poetas que ha dado España. Como amante de la poesía, he tenido la oportunidad de, conocer a un poeta al que he dedicado mucho tiempo desde hace muchos años", dijo. No hablaron de política.

El visitante llevó al anfitrión sus dos últimas obras publicadas, La segunda transición y una recopilación de discursos, La España en que yo creo. "Le he dicho que no son libros de poesía y que tampoco hace falta que los lea", bromeó. Alberti dedicó a los hijos del presidente del PP Marinero en tierra y Poemas para niños y recitó algunos de sus versos, como "Si Garcilaso volviera yo sería su escudero. Que gran caballero era".

Mientras Aznar y Alberti conversaban, el equipo de prensa del primero trabajaba para conseguir las mejores fotos e imágenes de televisión. Subieron las cortinas blancas y hasta desplazaron una gran pajarera con un loro para que no estorbara la visión de las cámaras. Aznar visitó luego la fundación que conserva todo el material de Alberti e insinuó que está desatendida: "Me han dicho que hay hasta alguna gotera".