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La Mallorca del Caribe

., La República Dominicana se ha convertido para los alemanes en los últimos años en una auténtica Mallorca del Caribe el lugar ideal para pasar unas segundas vacaciones en invierno. Nada menos que 450.000 alemanes, muchos más que los 300.000 turistas de todos los restantes países de la Unión, Europea juntos, visitaron el año pasado la República Dominicana. La mayoría viajan con programas todo incluido, que permiten pasar una o dos semanas en el país sin salir del hotel y el complejo playero de turno, ponerse ciegos de "ron o bebidas nacionales" y practicar deportes o participar en diversiones que constituyen un auténtico insulto para una inteligencia media.

Una pulserita de plástico en la muñeca da derecho al turista a atiborrarse de comida en los abundantes bufés, beber lo que quiera y contribuir a la ruina de los restaurantes locales, que, ven cómo se quedan sin clientes desde que se ha implantado el sistema del todo incluido.

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En el vuelo de ayer, hasta la muerte iba incluida. Hace poco más de tres semanas, este corresponsal tuvo el placer de experimentar, en el mismo aeropuerto de Puerto Plata, cómo la compañía española Spannair, por una avería del avión previsto, dejó allí sin apenas información a más de 300 pasajeros, que ya habían tenido que pasar en un hotel un día extra, no previsto en el programa. Al final llegó, para recoger a los indignados turistas, un avión del Reino Unido con una tripulación sueca, encontrada al parecer a última hora en Cuba.

Durante las largas horas de espera en el aeropuerto de Puerto Plata los turistas españoles sufrieron, además de la ausencia total de información, los malos tratos, groserías y sevicias por parte de los policías locales y de los propietarios de restaurantes del lugar, que no permitían telefonear ni pagando el triple del precio de la llamada.

No obstante, había otros peor que los españoles. En medio de la espera, de una esquina del aeropuerto de Puerto Plata llegaron gritos a coro en alemán: "¡Tenemos hambre!", "¡tenemos sed!",¡queremos volar!". Se trataba de más de un centenar de turistas alemanes que no podían regresar a Múnich porque se encontraba averiado el avión de Alas Nacionales, la misma compañía del siniestrado ayer, con bastante probabilidad el mismo aparato. Un estudiante alemán comentaba: "La verdad es que esto funciona muy mal, pero por el precio que pagué no tengo derecho a quejarme".

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