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La vieja militancia despide a Múgica

Miles de ciudadanos coinciden con los líderes políticos en la capilla ardiente

Aurora Intxausti

Viejos militantes socialistas con el rostro cuarteado y sin poder contener las lágrimas, abogados, jueces y miles de ciudadanos desfilaron ayer por la capilla ardiente del abogado socialista Fernando Múgica Herzog, instalada en el salón de actos de la Casa del Pueblo donostiarra. Líderes de todas las formaciones, desde el presidente del PP, José María Aznar, al del PNV, Xabier Arzalluz, se acercaron hasta la sede socialista para despedir a la última víctima de ETA. La Federación Socialista Madrileña, al igual que otras del resto de España, fletó varios autocares para que unos 500 militantes pudieran mostrar en la capilla ardiente su solidaridad con el compañero asesinado. Allí, viejos militantes coincidían con los máximos responsables de la política española y vasca en un fluir constante desde la noche del martes.

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El silencio se rompió a las cinco de la tarde, cuando miles de simpatizantes del PSOE irrumpieron en aplausos ante la llegada de Felipe González y su esposa, Carmen Romero.

Un centenar de ramos de flores enviados desde las sedes del POSE de toda España y de instituciones de Euskadi rodeaban una gran fotografía de Fernando Múgica y el féretro, sobre el que lucía una bandera socialista y una rosa roja. Junto al cuerpo habían sido colocadas las banderas de Europa, la de España, la ikurriña y la de San Sebastián.

Dos paneles a la entrada recogían los centenares de telegramas dirigidos a los familiares. El primero de ellos, el de los reyes Juan Carlos y Sofía, en el que expresan al ex ministro de Justicia Enrique Múgica su consternación por la trágica muerte de su hermano y su recuerdo más cariñoso.

Entre las misivas de condolencia figuran las de otras dos víctimas de ETA, las familias del empresario José María Aldaya y del funcionario de Prisiones José Antonio Ortega, ambos en poder de la banda terrorista, y la de los trabajadores de la empresa Alditrans, propiedad de Aldaya. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, acudió con parte de la ejecutiva nacionalista. Tras saludar a la familia y a los dirigentes del PSOE, señaló que en momentos como los que está atravesando la sociedad vasca tino hay que ponerse histérico. Hay que aguantar, sustituir, tirar para adelante. No nos vamos a dejar pisar y que nos invada también a nosotros el miedo y el reparo".

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Cuatro ex ministros del Interior se dieron cita en la capilla ardiente: Rodolfo Martín Villa (UCD), hoy en las filas del PP, y los tres sucesores socialistas, José Barrionuevo, José Luis Corcuera y Antoni Asunción. Juan Alberto Belloch estuvo la noche del martes. Barrionuevo, procesado en el caso GAL, llegó acompañado de su esposa. "Estamos aquí" dijo, "porque éramos amigos y compañeros de Fernando, somos amigos de la familia y querernos solidarizamos y decirles que estamos con ellos y que lo vamos a estar siempre".

"Aquí no hay distinciones entre, unos y otros, todos somos víctimas del terrorismo", dijo el presidente del Partido Popular, José María Aznar, quien añadió: "Hay que trabajar unidos para acabar con los terroristas con la firme esperanza de que, con la unión de todos, lo consigamos".

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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