La directora Kathryn Bigelow dice que el cine "no es cuestión de genero"

Kathryn Bigelow mide 1,85, es guapa y en apariencia dulce y está considerada como la macho woman del cine actual. Con Susan Seidelman y Penny Marshall, es la única mujer que dirige películas de alto presupuesto en Hollywood. La última, Días extraños, se basa en un guión de su ex marido, James Cameron, y está interpretada por Ralph Fiennes y Angela Bassett. Bigelow no tiene una postura combativa respecto a Hollywood y lo más lejos que llega es a decir que el cine no es una cuestión de género.

Kathryn Bigelow afirma: "Como no creo que ser mujer sea una limitación, simplemente no trato de dignificar esa limitación". Y de ahí no sale. Como mucho, concede que la industria de Hollywood es un "ruedo agresivo" pero que con el trabajo se puede desafiar cualquier cuestión de género. Ella piensa en positivo: "Ahora hay más mujeres productoras, y por eso no pienso que sea una industria totalmente dominada por los hombres". A Kathryn Bigelow no le importa rodar escenas violentas, con mujeres torturadas antes de ser asesinadas. Ella tiene una gran excusa: "Puedes ir todo lo lejos que puedas para buscar la verdad". En Días extraños hay psicópatas, crímenes y gruesos brochazos disimulados con un presunto contenido social. Ella sonríe mucho y dice: "En las proyecciones de prueba, cuando se les pidió a los espectadores que comentaran la película, muchos escribieron: 'finalmente una película de Hollywood con contenido' ¡La gente está hambrienta de entretenimiento. con contenido!".

Días extraños, que se estrena en abril, muestra Los Ángeles el fin de año de 1999. Las calles están tomadas por militares y los barrios negros a punto de estallar. Todo mezclado con la amenaza social de una especie de peluquines que se encasquetan al cerebro y permiten inquietantes experiencias en disco compacto de realidad virtual. "Personalmente, no tengo respuestas", asegura pensativa Kathryn Bigelow, que hoy lleva un pañuelo anudado al cuello. "Espero que la película sea lo suficientemente provocativa como para que la gente se dé cuenta de que está en nuestras manos controlar el sistema y el futuro, y que si no queremos ese futuro, debemos hacer algo".

Janet Maslin, en The New York Times, destacó el estilo visual de ciberterror de Bigelow, pero señaló que el audaz guión de James Cameron parece demasiado pequeño cuando llega el momento de justificar sus excesos y tomar vuelo.