El Gobierno argelino prohíbe toda información no oficial sobre la lucha antiterrorista

El Gobierno de Argelia ha lanzado una severa advertencia a la prensa, recordándole que está prohibido difundir informaciones sobre las actividades de las fuerzas de seguridad y de los grupos integristas armados, con excepción de aquellas que emanen de las fuentes y de los comunicados oficiales. La nota de advertencia, redactada Por el Ministerío del Interior, anuncia que se "aplicará rigurosamente la ley", que podría incluir cárcel, a aquellos periodistas y medios que transgredan la disposición.Con esta nota, el Gobierno argelino pretende hacer cumplir una antigua normativa -de junio de 1994-que de manera reiterada ha sido transgredida por los medios de comunicación, especialmente por la prensa escrita, que a diario informa sobre todo tipo de incidentes armados, sin tener confirmación oficial alguna, y sin esperar los comunicados del Ejército o la policía.

El Ministerio del Interior considera que la actitud indisciplinada raya, en ocasiones, en "la apología directa o indirecta de la violencia armada y constituye una traba a la acción de los servicios de seguridad". La nota, acaba efectuando un llamamiento a los responsables de los periódicos para que "se respeten las reglas elementales de. la deontología y se preserve el interés nacional, en su lucha contra la violencia terrorista".Rechazo de la prensa'

La nota del Ministerio del Interior ha sido contestada por la casi totalidad de la prensa independiente argelina, especialmente por aquella que ha venido transgrediendo la norma. Mientras El Watan calificaba la decisión del Gobierno como un "retomo al cerrojazo" el periódico antiintegrista, Liberté tituló: "Silencio sobre las matanzas". El diario en árabe Al Jabar aseguró, por su parte, que la disposición significa "el retorno a la situación anterior al 16 de noviembre", es decir, de la celebración de las elecciones presidenciales, que abrió la esperanza de, la democratización del país.

"El silencio así impuesto a los periodistas, podría hacer creer que la situación [en Argelia] es perfectamente normal y que los residuos terroristas no hacen tanto daño como pretenden determinadas plumas decididamente malintencionadas", comentaba ayer el Liberté.

Paradójicamente, el periódico oficial El Muyadin reproducía en una de sus páginas la nota del Ministerio del Interior y a su lado una información no oficial sobre el asesinato de dos médicos, un oftalmólogo y un cardiólogo, padre e hijo, que murieron acribillados, cuando venían de ver a un familiar. Los autores del atentado les dispararon por la espalda cuando salían del domicilio que visitaron.

La Tribune se lamentaba de que a partir de ahora "las publicaciones deberán atenerse a los comunicados lacónicos de la agencia oficial. APS, que informan sobre el número de terroristas abatidos por las fuerzas del. orden, pero que, sin embargo, omiten los atentados con bombas, los asesinatos de civiles y las operaciones espectaculares de los grupos armados que, sin embargo, son difíciles de disimular". Tal vez en un intento de acallar a La Tribune, los servicios de seguridad argelinos informaron ayer de la muerte de cinco personas en un atentado con bomba contra el hospital de Buira, a 70 kilómetros al sureste de Argel.