El 38% del alumnado que va a empezar la secundaria seguirá en sus actuales colegios

"En el curso 1996/97 su hijo comenzará los estudios de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y continuará así los estudios obligatorios hasta los 16 años regulados por la ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE). Razones de planificación educativa han aconsejado que, por el momento, el primer ciclo de esta nueva etapa se imparta en el colegio en que su hijo venía estudiando la Educación Primaria".Así comienza una carta que el ministerio ha remitido a las familias de los 52.383 alumnos que el curso próximo empiezan la ESO sin cambiar de centro. Estos alumnos constituyen el 38% de todos los que este curso están estudiando el último año de primaria en los centros públicos del territorio escolar dependiente de la gestión directa de la Administración central. Los otros 85.469 alumnos de sexto de primaria (el 62% restante) están recibiendo otro modelo de carta en el que el ministerio les indica en qué instituto concreto pueden cursar a partir del próximo año académico la secundaria, a no ser que deseen optar libremente por otro centro durante el proceso de admisión de alumnos que se abrirá en el próximo mes de abril.

Paralelamente, el ministerio se está dirigiendo también por carta a todos los alumnos de séptimo de EGB de su territorio, concretamente 1.38.048, informándoles de que en el curso próximo o bien se van a incorporar anticipadamente a la ESO a partir del segundo año en un determinado instituto, o bien continuarán en el colegio en que se encuentran para hacer el octavo curso de la EGB, es decir que seguirán dentro del sistema educativo vigente desde 1970.

Esta variedad de modelos de incorporación al nuevo sistema educativo de la LOGSE se debe, según Álvaro Marchesi, secretario de Estado de Educación, a las dificultades que han surgido para integrar desde el primer momento los cuatro cursos de la ESO en los antiguos institutos de bachillerato o de formación profesional. "Ello no impedirá", agrega, "Ia coordinación pedagógica de los equipos docentes que impartan las enseñanizas de esta etapa aunque, temporalmente, los dos cursos de su primer ciclo se ubiquen, en el porcentaje señalado, en colegios de primaria".

Provincias con el 100%

Las dificultades afectan de manera desigual a las distintas provincias del territorio MEC. En Huesca, Palencia, La Rioja, Segovia, Soria, Valladolid y Zaragoza, el, 100% de los institutos de secundaria implantarán el curso próximo el primer ciclo de secundaria (primero y segundo cursos) mientras que en Albacete y Toledo sólo lo harán el 25% y el 24% de sus institutos, respectivamente. Paradójicamente, en una gran ciudad como Madrid, no sobrepasa la media de un 401/0 el porcentaje de los institutos que el curso próximo podrán acoger la etapa de la secundaria completa desde el primer año, a pesar de que la inmensa mayoría de ellos están impartiendo anticipadamente los cursos tercero y cuarto. Ambos cursos constituyen el segundo ciclo de la ESO y sustituyen a los dos primeros del BUP de la ley del 70.

"Pero el reconocimiento de dificultades piara la implantación del primer curso de la ESO en centros específicos es una cosa, y otra el que se afirme que va a haber un "comienzo caótico", añade Marches¡ en relación al temor expresado en estas mismas páginas el pasado 23 de enero por los directores de varios institutos madrileños.

El secretario de Estado concreta tales "dificultades" en ciertas bolsas de crecimiento de la demanda escolar en determinadas urbanizaciones nuevas en las periferias urbanas. Otro problema es el de las zonas céntricas de las ciudades, donde las posibilidades de ampliación de los centros educativos existentes son mínimas, por no decir nulas. Pese a ello, el ministerio prevé que en el curso 1997-98 puedan acoger al alumnado de primero de la ESO el 85% de los institutos y en el siguiente el 100%.

Los aludidos directores insistieron, sin embargo, en que es la escasez de recursos la principal causa de que la ESO, la etapa "más emblemática de la reforma" no pueda ponerse en marcha de manera uniforme en los centros específicos de secundaria. Marchesi asegura a este respecto que, pese a las dificultades financieras de los últimos ejercicios, el esfuerzo en inversiones para la infraestructura de la reforma se ha mantenido. "Está previsto que este año se duplique la partida destinada en 1995 a inversiones en secundaria", asegura el secretario de Estado de Educación, "con lo que se llegará a unos -20.000 millones de pesetas en el ámbito territorial de gestión del MEC".

La Tecnología aplazada

No obstante, hay datos de la planificación ministerial de la reforma para el curso próximo que indican que algo ha fallado en el apartado de los recursos económicos. Es el caso, por ejemplo, de la enseñanza de la Tecnología, una materia a la que los teóricos de la LOGSE conceden una enorme importancia. En ella han querido simbolizar uno de los factores que "marcan la diferencia" con la reforma de la ley General de Educación de 1970, cuya implantación se vio muy condicionada también por serias dificultades económicas. Es sabido que la asignatura de Pretecnología, prevista en el currículo del BUP de la ley del 70, se quedó inédita en la práctica, al ser sustituida por la enseñanza de asignaturas mucho más baratas.

¿Aguarda un fin similar a la flamante Tecnología de la LOGSE? El ministerio ha decidido que esta materia (que requiere un aula taller con el adecuado equipamiento y un profesor especialista) se imparta a partir del segundo . curso de la ESO y no desde primer curso. Las dos horas semanales de Tecnología que estaba previsto que se impartieran a los alumnos de primero serán dedicadas al área de expresión plástica, que contará, así, con cuatro. En compensación, la Tecnología dispondrá de cuatro horas lectivas semanales en segundo curso de la ESO, en el cual se cederán las dos previstas inicialmente para la Plástica.

Álvaro Marchesi explica este "reajuste" asegurando que ello contribuirá a reducir el número de asignaturas en los dos cursos primeros de la ESO. No obstante, parece bastante evidente que este oportuno aplazamiento de la Tecnología coincide con el hecho de que un 40% de los alumnos que empezarán primero de la ESO en octubre próximo (los que van a seguir en sus actuales colegios de primaria) no van a tener un aula-taller a mano. "La tendrán este año el 65% de los institutos de secundaria, el 85% el año próximo y el 100% en 1998", precisa Marchesi.