Los minoristas de Repsol pagarán 4.147 pesetas por acción

Los títulos de Repsol saldrán a un precio de 4.147 pesetas para el tramo minorista. Este precio es el resultado de aplicar un descuento del 4% al precio medio ponderado de su cotización bursátil de ayer día 5 de febrero (4.320 pesetas), tal y como fija el folleto explicativo de la oferta pública de venta de acciones (OPV). El precio para para el tramo institucional se fijó anoche, tras conocerse el cierre del mercado de Nueva York, en 4.335 pesetas por acción.La demanda de acciones de Repsol para el nuevo tramo que va a privatizar el Gobierno asciende a un total de 510.000 millones de pesetas. Esta cifra supone ocho veces las acciones que se pondrán en el mercado, por lo que será necesario acudir a un prorrateo, ya que, según ha informado el Gobierno, no se ampliará el tramo privatizador. En total, han hecho peticiones de acciones un total de 370.000 titulares. Al precio fijado, los 16,5 millones de acciones que se han dedicado al tramo minorista da unos ingresos de 68.425 millones de pesetas.

El Gobierno aprobó el pasado 12 de enero la privatización del 11% de Repsol. La operación implica la puesta en el mercado de 33 millones de acciones que al precio del mercado en ese fecha suponía ingresar 133.000 millones de pesetas. El Estado tras este nuevo tramo privatizado poseerá el 10% de las acciones del grupo petrolero. Los mandatos de compra se han efectuado a través de BBv, BCH, Argentaria, La Caixa y Cajamadrid.

En este proceso privatizador habrá un tramo institucional y un tramo para minoristas. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), poseedora de las acciones públicas en Repsol, presentó una primera propuesta de privatización del 7% del capital solamente para inversores institucionales.

Finalmente tanto las firmas financieras asesoras de la operación y el Ministerio de Industria convencieron a la SEPI para que ofrecer un tramo minorista. Aducían para ello dos razones. La primera, porque los pequeños inversores siempre han acudido masivamente a las privatizaciones de Repsol, lo que ya es una garantía de éxito de la propia colocación. La segunda, porque las grandes instituciones norteamericanas han reducido sus carteras europeas. Repsol se ha convertido en una notable fuente de liquidez para el Estado. Las sucesivas privatizaciones realizadas que comenzaron en el año 1989 han aportado a las arcas del Estado en tunos 580.000 millones de pesetas.