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BIOLOGÍA: EVOLUCIÓN

Un 'reloj molécular' se asoma a los orígenes de la vida celular

En el curso de la evolución los organismos mutan, se van diferenciando unos de otros, de tal forma que las divergencias van configurando un arbusto de ramificaciones de grupos y especies relacionadas en mayor o menor medida en función de la distancia que guardan unas con otras y respecto a los antecesores comunes. Establecer los puntos de divergencia y datar tales acontecimientos es complicado, tal es la maraña del árbol de la vida existente y extinguida.Una herramienta para poner un poco de orden es la de reloj molecular, una técnica basada en el material genético, y un grupo de investigadores en Estados Unidos ha elaborado el más extenso reloj hasta ahora con el objetivo de encajar en él prácticamente todos los grandes grupos de organismos. Russell F. Doolittle, de la Universidad de California en San Diego, y su equipo afirman, por ejemplo, que las plantas, los animales y los hongos comparten un antecesor común hace alrededor de mil millones de años y que las plantas son ligeramente más parecidas a los animales que los hongos.

Estos investigadores establecen también que las células eucariotas -que tienen núcleo y forman los organismos vivos complejos- y las procariotas -que carecen del mismo-, se separaron evolutivamente hace unos 2.000 millones de años. Ellos han publicado el resultado de su trabajo en el último número de la revista Science (26 de enero).

Hasta ahora, ese momento clave de la evolución bailaba entre 1.400 millones de años, defendido por los paleontólogos en base al registro fósil y la biogeoquímica, y 3.500 millones de años -prácticamente desde el origen de la vida en la Tierra-, según algunos análisis genéticos. Ahora los datos de Doolittle parecen incluso sugerir que las células eucariotas como las procariotas surgieron hace tan sólo 2.000 millones de años, lo que dejaría en el limbo todo el registro fósil anterior.

La técnica del reloj molecular se basa en analizar y comparar el material genético de los organismos para establecer el número de mutaciones y el ritmo al que se producen y establecer así la distancia evolutiva entre diferentes organismos a partir de un antecesor común. Hasta ahora se había aplicado a grupos pequeños de organismos. Pero el reloj de Doolittle abarca los 15 grupos principales "incluyendo subgrupos animales, hongos, plantas, mohos de limo, protistas [eucariotas. unicelulares], aequeobacterias. [bacterias que viven en condiciones extremas] y eubacterías [las bacterias comunes]", afirman los,investigadores.

Para abarcar tantas ramas evolutivas, Doolittle ha utilizado 531 secuencias de aminoácidos de 57 enzimas diferentes implicadas en el sistema metabólico básico de los organismos vivos presentes en los 15 grupos principales. Han tenido en cuenta los diferentes ritmos de mutación en diferentes linajes. En un artículo publicado en la misma revista se recogen comentarios de algunos expertos escépticos respecto al nuevo reloj biológico cuestionando sus extrapolaciones.

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