Contra la "ingenierización"

"La reforma era necesaria", dice el vicerrector de Estudios de la Universidad de Valencia, Francisco Morales, artífice del informe-encuesta elaborado para la Conferencia de Rectores. "Pero es importante revisar los planes. Se han medido mal las dimensiones y la introducción de un elemento como el crédito. El debate debía haberse producido antes, pero hay que hacerlo".El rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz, considera absurdo someter a los estudiantes a unos planes en los que a veces deben superar 30 asignaturas y obtener 30 notas durante un curso. "Hay cosas que no se pueden considerar fracasos", puntualiza Ruiz, "como el incremento notable de las prácticas, que antes eran mínimas, o la posibilidad de que cada estudiante se haga su propio currículo". Pero añade: "Es necesario reducir el número de años que debe pasar el alumno realmente haciendo su carrera y hay que formular una nueva valoración de lo que entendemos por crédito".

La reflexión en profundidad sobre el concepto de crédito, ahora traducido mecánicamente en 10 horas lectivas, parece erigirse como uno de los problemas fundamentales para sacar a las universidades del clima de confusión en que las ha sumido la implantación de los nuevos planes de estudios. ¿Deben examinarse y ser evaluados los alumnos de la misma forma en asignaturas que, por su número de créditos, revelan su importancia en la configuración de su carrera que en materias claramente complementarias, dado su poco valor en créditos?

Hablan de "excesiva carga lectiva", pero en realidad se trata para los alumnos de un enorme agobio que se produce, con los nuevos planes, tanto en titulaciones tradicionalmente duras y difíciles como en otras que no lo eran tanto. El rector Ruiz llama "ingenierización" a un fenómeno que piensa que hay que disolver.