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La producción final agraria bajó un 5% el año pasado por la sequía

Los agricultores y ganaderos mantuvieron sus niveles de renta durante el último año, según los datos elaborados por el Ministerio de Agricultura. Las subvenciones comunitarias a las explotaciones, con un volumen de casi 700.000 millones de pesetas, junto a los incrementos en los precios de los productos agrarios en una media del 8%, compensaron una caída media de la producción final agraria del 5%, que fue especialmente grave en las producciones vegetales, con un descenso medio del 10,5%.

Las subvenciones comunitarias experimentaron un aumento del 18,1% sobre la campaña anterior, hasta suponer en 1995 más del 30% de las rentas agrarias, frente al 2% que representaban en 1985. La baja producción de este año ha supuesto que la aportación al PIB sea de sólo 0,4 puntos, frente a los tres puntos que aportaba en una campaña normal.Según manifestaciones realizadas por el ministro de Agricultura, Luis Atienza, el futuro del sector agrario no está en la política de subvenciones, sino en la puesta en marcha de unas estructuras modernas y competitivas. Sin embargo, en opinión de Luis Atienza, las subvenciones son un buen colchón, que debe aprovecharse y utilizarse correctamente para lograr una transformación del sector.

La misma posición es compartida por el subsecretario de Agricultura, Santos Castro, para quien las subvenciones vienen a confirmar lo positivo de la reforma de la Política Agrícola Común acometida en 1992, por la que se inició el pago de ayudas por hectárea en la mayor parte de las producciones, en lugar de pagos a la producción real.

Los resultados del último año reflejan por un lado los daños ocasionados por la sequía en el sector agrario y, por otro, el impacto de la aplicación de la política de ayudas consecuencia de la reforma de la PAC. La producción final agraria ascendió a 3,63 billones de pesetas. En el volumen de producciones se registró una caída media del 5%, especialmente grave en los productos agrícolas, con un descenso del 10,5%, mientras los productos ganaderos crecieron el 2,7%.

Las producciones cerealistas han sido las más bajas de las registradas en los últimos 25 años. Igualmente, estuvieron bajo mínimos las cosechas de vino, arroz y algodón. En las producciones ganaderas destaca el aumento de producciones como bovino de carne, pollos, huevos, porcino y leche de vaca.

Disminución del empleo

Frente a este panorama negativo en materia de producciones, el sector agrario se benefició en 1994 de un comportamiento positivo de los precios pagados así como de los precios percibidos. La disminución de las cosechas provocó una subida de las cotizaciones. En consecuencia, el índice de los precios percibidos por los agricultores creció una media del 8,07%. Los productos vegetales, los más afectados, por la sequía, aumentaron casi el 12%, los forestales lo hicieron el 13,45%, mientras las producciones ganaderas registraron sólo un aumento en sus precios del 1,56%.Especialmente importantes fueron los aumentos en los precios de productos como vino y mosto, aceite de oliva y frutas, mientras cayeron los precios de huevos, patatas y hortalizas. Igualmente, un factor positivo fue el comportamiento moderadamente al alza de los precios pagados por los agricultores y ganaderos.

Según los datos manejados por el Ministerio de Agricultura, los precios pagados crecieron una media del 3,53%, destacando los incrementos por encima del 12% de semillas y plantones, el 8% en pagos de conservación y reparación de maquinaria y el 6% en otros medios de producción como fertilizantes y tratamientos zoosanitarios.

Un factor positivo para el sector agrario fue el importe de las subvenciones recibidas directamente por las explotaciones, que ascendieron a 695.000 millones de pesetas, lo que supuso un aumento del 18, 1 % sobre 1994. Esta cifra de ayudas significa ya el 30% de la renta agraria media de las explotaciones y en algunos sectores llega incluso al 50%.

La situación del sector agrario en 1995 se. refleja parcialmente en la actitud de agricultores y ganaderos a la hora de las compras. Durante el año pasado, cayó un 5% el uso de fertilizantes ante las previsiones de sequía, aumentó el consumo de piensos un 5% y creció también la compra de maquinaria tras varios años de retrocesos consecutivos.

La población ocupada en el sector agrario se situó en 1995 en 1.006.000 personas, lo que supone una reducción del 3,3% sobre el año anterior, según muestran los datos provisionales. Los impuestos ligados a la explotación, por su parte, experimentaron un crecimiento del 3%.

Tanto los responsables del Ministerio de Agricultura como los de las organizaciones agrarias esperan que la tendencia de reducción de la producción final cambie de sentido este año, como consecuencia del efecto positivo de las lluvias caídas a lo largo de los últimos meses.

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