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El "erotismo sagrado" del pintor Balthus se expone por primera, vez en España

El Museo Reina Sofia presénta el mundo "familiar, Cotidiano y mágico" del artista

La primera retrospectiva en España de Balthasar Klossowski, de Rola, conocido como Balthus (París, 1908), se maugura hoy en el Museo Nacional Centro de ArteReina Sofía.(MNCARS) de Madrid, donde se han reunido un centenar de pinturas, dibujos y grabados. "Se han dicho muchos tópicos sobre la obra de mí padre, y no se ha visto la diferencia entre el erotismo sagrado y el vulgar" declaró ayer su hijo, el conde Stanislas Klossowski de Rola. El pintor no pudo viajar por enfermedad, desde un pequeño pueblo de Suiza donde reside desde 1977, aunque espera realizar una visita privada. La muestra se abre con esta frase: "Quiero que miren mi pintura.. Mi personalidad queda en la sombra".A partir de mañana se abre al público, hasta el 1 de abril, la retrospectiva de Balthus, y en ese momento el pintor se unirá a España. El crítico Jean Lemarle, comisario de la exposición junto con Cristina Carrill ) de Albornoz, declaró ayer que Balthus "ha vivido con intimidad la idea de España. Conoce España sólo a través de los pintores, y desea visitar en el Prado a Zurbarán, Velázquez y Goya, cuyas obras pudo ver en Ginebra en junio de 1939, cuando se trasladaron por la guerra.Para el director del museo, José Guirao, "uno de los grandes enigmas de la historia del arte del siglo XX, por su propia personalidad y por su posición en el arte", entra en contacto por primera con el público es-, pañol, que tiene en la colección Thyssen La partida de cartas, ahora en la muestra. "Su obra no está a favor de modas o tendencias, sino que refleja de manera profunda una forma de ver el mundo. Tiene múltiples lecturas y es una obra abierta al tiempo y a la riqueza de la interpretación".La admiración personal de Jean Leymarie a lo largo de 50 años por Balthus se concentró en la "inmensa comunión" que significa el sentido de lo sagrado en el arte del pintor. La otra comisaria, Cristina Carrillo de Albornoz, comentó que el propio artista estaba fascinado con su exposición en un antiguo hospital, y tenía sus dudas de si iban a gustar sus pinturas. "Es. un pintor de ningún siglo, ya que, como decía Fellini, hay que mirar capa por capa para encontrar la historia del arte y su amor a la pintura. Mirar la pintura de Balthus es encontrarse con la búsqueda de la belleza, en sus retratos y paisajes". Adolescentes

"A mi padre nunca le gustó hablar de su pintura". Su hija Harumi módelo ocasional de Galliano, que ayer se presentó con su prometido, el conde Iván de la Fressange, desveló una parte mínima de los secretos que rodean al artista. "Un día me contó que su verdadero maestro era Mozart y que, careciendo de su genio, esperaba llegar a realizar algo idéntico en pintura. Ha intentado crear un mundo familiar, cotidiano y mágico al mismo tiempo. Las adolescentes han sido para él personajes de Poussin a quienes podía vestir de todos los colores".

Una gran fotografia en color de Balthus y su mujer, Setsuko, vestidos con quimonos, es la primera imagen de la exposición, situada en la planta baja. El montaje es cronológico, con los primeros cuadros, hechos en París en los años veinte hasta él más reciente, Chat au miroir III, realizado entre 1989 y 1994. Los comisarios pensaban incorporar su último trabajo, una odalisca, pero el pintor borró con pintura todo lo hecho.

En la parte central de las salas se han situado los dibujos, material que no se suele exponer y que sirve al pintor para el proceso de las telas. Una gran parte de ellos está realizada en los años se sienta,durante su estancia en la Villa Médicis como director de la Academia de Francia en Roma. Ese interés por el dibujo se ha cambiado en los últimos años, por impedimientos físicos, por el uso de la polaroid en la preparación de los cuadros. En otro espacio se ha colocado la serie de grabados que hizo en 1933 para ilustrar Cumbres borrascosas.

Autodidacto, Balthus copia a Poussin, estudia a Giotto, Masaccio y Piero de la Francesca, y conoce en Japón el arte oriental. Con una corta producción de unos 300 cuadros, su obra ha entusiasmado a escritores y pintores como Rilke, Camus, Giacometti o Picasso. "No soy un pintor moderno, ni siquiera contemporáneo", ha declarado. Ayer, su hijo Stanislas decía que su obra refleja la dimensión espiritual que vive cada día".

Su amigo don Pablo

"Su relación con Picasso fue muy profunda; le llamaba don Pablo, y Picasso decía de mi padre, en palabras de Masson; 'Balthus y yo somos las dos caras de la misma moneda". Harumi Klossowski de Rola, hija del pintor, comentó ayer las relaciones entre los dos artistas. Picasso estuvo ayer en el Reina Sofía, en la misma exposición de Balthus con el cuadro que compró, Los niños, de 1937. También tuvo la amistad de Miró, a quien pintó junto a su hija Dolors en 1937-1938. Ayer se presentó la escultura La mujer en el jardín, realizada por Picasso en 1929-1930, que se incorpora a la colección permanente del museo gracias al mecenazgo del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) que aportó los 691 millones de pesetas. Está situada frente al Guernica y cerca de las obras de Julio González. En las próximas semanas habrá más picassos si se completa la operación de reunir 4.000 millones de pesetas. Cultura y el museo han firmado 2.000 millones con el ICO y Caja Madrid, y negocia con otras dos firmas no bancarias.

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