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EL Consejo de Europa admite a Rusia a pesar de las duras críticas por la crisis chechena

La cooperación acabó por imponerse al enfrentamiento. Tras un largo e intenso debate, con acerbas críticas al modo en que Moscú está abordando la crisis chechena, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa decidió ayer acoger a Rusia como 39o miembro del club. Por 1&t votos a 35, los parlamentarios del Consejo de Europa, organización abanderada de los derechos humanos yla democracia en Europa, adoptaron una de las decisiones de mayor trascendencia de sus 53 años de historia al certificar la idoneidad democrática rusa. Rusia se integrará a finales de febrero o principios de marzo.

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La idea del informe oficial sobre la solicitud de que "entre los países de Europa es mejor la integración que el aislamiento" y e que "la cooperación con Rusia beneficiará más al resto de países europeos que el enfrentamiento con este país" acabó venciendo, y el sí de la Asamblea se impuso con un 75% de los votos. Además de los 164 votos favorables y 35 en contra hubo 15 abstenciones. El amplio resultado enmascara el hecho de que fue arrancado a regañadientes a unos diputados que sucumbieron a la presión de una mayoría de Gobiernos decididos a toda costa a hacer un gesto de buena voluntad hacia el oso ruso. Lo reconoció implícitamente la nueva presidenta de la Asamblea, Leni Fischer, cuando felicitó a los parlamentarios por su "honesto y responsable" voto.Antes de la votación, el parlamentario suizo Ernst Mühlemann, autor del documento que. recomendaba la aceptación de Rusia en el Consejo, advirtió que "una resolución negativa de la Asamblea podría motivar una dinámica más agresiva por parte de Moscú". Mühlemann subrayó que "no puede haber un modelo de seguridad en Europa sin Rusia".

En el mismo sentido, aunque en tono claramente amenazador, se pronunció el líder ultranacionalista ruso VIadímir Zhirinovski. "Rusia podría crear su propio Consejo del Este de Europa si la Asamblea da su voto negativo" advirtió. Y para los que pudieran pensar que Moscú tenía algo que aprender, sentenció: "No seremos como los niños en la escuela. Queremos ser profesores". Zhirinovski representa un extremo del arco parlamentario ruso y desde el otro habló el comunista Guennadi Ziugánov, quien aventuró en Estrasburgo que un no podría llevar ala aparición de "un telón .político entre las dos partes de Europa".

En la decisión de la Asamblea Parlamentaria pesó la recomendación de la mayoría de los Gobiernos de los 38 Estados del Consejo de Europa, que en las últimas semanas habían lanzado consignas favorables al ingrese) de Rusia, pese a admitir que Moscú no ha alcanzado aún los índices de democratización exigidos por Estrasburgo y pese a haber condenado la intervención bélica de Rusia en Chechenia. En estas objeciones se apoyaron quienes votaron en contra de la adhesión, la mayoría de ellos miembros de formaciones conservadoras y representantes de los países bálticos.

Para apaciguar las reticencias que la actuación de Rusia en Chechenia había creado entre numerosos parlamentarios, el conservador británico David Atkinson presentó a última hora la propuesta de crear una comisión especial de seguimiento de la evolución del conflicto que ofrezca ideas para facilitar una solución pacífica.Ello no bastó, sin embargo, para que los partidarios del no, como el conservador noruego Halgrim Berg, solicitaran una moratoria en el. pronunciamiento de la Asamblea: "En estos momentos es prematuro adoptar una decisión tanto desde un punto de vista democrático como de los derechos humanos".Democratizar Rusia

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Los partidarios de la adhesión -todos los grupos de izquierda, encabezados por el socialista- defendieron el pronunciamiento favorable de la Asamblea corno "un paso esencial para la contribución del Consejo de Europa al proceso de democratización de Rusia". La mayoría de parlamentarios españoles apoyaron la propuesta.

El ingreso de Rusia en el Consejo de Europa se formalizará en febrero o, como muy tarde, a primeros de marzo, tras la aprobación del Comité de Ministros (órgano ejecutivo). A partir de entonces, Rusia tendrá un año para ratificar las convenciones que garantizan los derechos humanos, protegen a las minorías e ilegalizan la tortura. Además, los parlamentarios aprobaron unas enmiendas que instan a Moscú a acabar "desde el día del ingreso" con la aplicación de la pena capital.

La adhesión de Rusia dará sentido a una organización que empezaba a plantearse dudas sobre su propio futuro. Fue la perspectiva de esa adhesión la que llevó a Estados Unidos y a Japón a pedir recientemente el estatuto de observador ante la organización, ya que, una vez formalizado el ingreso, se dará la circunstancia de que Moscú no tendrá el contrapeso de Washington en la más veterana organización política europea.

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