El juez Móner procesa a Barrionuevo
El PSOE estudia mantener al ex ministro en las listas y Aznar exige "una explicación a la nación"
José Barrionuevo, finalmente, ha sido procesado por el caso GAL. El juez del Tribunal Supremo Eduardo Móner notificará hoy los cargos al que fuera primer ministro del Interior de Felipe González (1982-88). "Las imputaciones que se hacen contra mí son falsas, carecen de fundamento", aseguró ayer Barrionuevo, de 53 años, al conocer el desenlace de una gonía que comenzó hace 13 meses en el juzgado de Baltasar Garzón. Móner decretará su procesamiento, el primero de un miembro de los Gobiernos de González, por al menos el delito de detención ilegal de Segundo Marey en 1983. Algunas fuentes del Supremo apuntan que el auto incluye también los cargos de conducta omisiva en relación a los fondos reservados y de asociación ilícita o colaboración con banda armada.
José María Aznar emplazó ayer a González a dar una "explicación inmediata a la nación". El presidente del Partido Popular aseguró: "Desde el punto de vista judicial no tenemos nada que decir, pero desde el punto de vista político, es gravísimo".El PSOE, pese a que mantiene la inocencia de Barrionuevo, estudia si le mantiene en el quinto puesto de la lista por Madrid a las elecciones del 3 de marzo, lista que encabeza el presidente del Gobierno. Ayer empezó a tambalearse la tesis de que el ex ministro debe ir en la candidatura de Madrid, como aprobó el pasado domingo el comité regional madrileño. La decisión final será adoptada el próximo sábado por el comité federal, a no ser que Barrionuevo retire antes su candidatura.
El ex ministro se encuentra desde el pasado 11 de enero en libertad provisional tras el pago de una fianza de 15 millones.
Izquierda Unida volverá a solicitar la comparecencia de González ante la Diputación Permanente y Federico Trillo lanzó anoche una velada advertencia al señalar que si los populares llegan a La Moncloa entregarán todos los documentos relacionados con los GAL.Segundo Marey, el ciudadano francés de 65 años que permaneció secuestrado 10 días por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) el 4 de diciembre de 1983 al ser confundido con el etarra Mikel Lujúa, aseguró ayer que no quiere venganza, sólo justicia. Marey no entiende que "la gente que haya hecho esto esté libre y no en la cárcel".
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