Chile estudia pedir la extradición del asesino de Prats

El Gobierno chileno decidió desempolvar el caso del general Carlos Prats tras la detención en Argentina de su presunto asesino, el ex agente de la policía secreta Enrique Arancibia, pero no se ha pronunciado sobre su posible extradición. El general Prats, cuya dimisión en el cargo de comandante en jefe del Ejército permitió el ascenso a ese puesto del general Augusto Pinochet en 1973, murió el 30 de septiembre de 1974 en Buenos Aires junto a su esposa, Sofía Cuthbert, al estallar una bomba colocada en su automóvil.El asesinato de Prats formó parte de una ofensiva intemacional de la policía secreta del régimen del general Augusto Pinochet para intentar terminar con connotados representantes del Gobierno de Salvador Allende (1970-1973), a quien derrocó el 11 de septiembre de 1973.

Esa ofensiva terminó con la vida del ex canciller Orlando Letelier, quien vivía en Washington, también por una bomba en su coche, y casi cuesta la del vicepresidente Bernando Leighton, que se encontraba en Roma y cuya esposa quedó inválida de por vida por el atentado.

A pesar de que el ex agente de la policía secreta detenido el viernes en Argentina está considerado como el presunto asesino de Prats y de integrar supuestamente el comando que terminó con la vida del también comandante en jefe del Ejército general René Schneider -que fue eliminado por negarse a respaldar un golpe de Estado poco antes de la toma de posesión de Allende-, ningún tribunal chileno ha iniciado un proceso contra Arancibia.

"La responsabilidad que a él podría caberle en el hecho [asesinato de Prats] ocurrió en Buenos Aires y, por tanto, los tribunales competentes para juzgarlo son los argentinos", declaró el subsecretario chileno del Interior, Belisario Velasco.

Al dar a conocer la detención de Arancibia, el presidente argentino, Carlos Menem, declaró en Buenos Aires que la justicia de su país estaba a la espera de que Chile pidiera su extradición.