La farsa
Mario Conde pagó 600 millones, según dijo, porque era el precio de unas ventajas fiscales que necesitaba. El ex banquero, después de armar jaleo, matizó. Quiso decir que el dinero se abonó a un lobby (grupo de presión) y no a políticos. Más, tarde, según el juez Moreiras, Conde le confesó que el dinero se había repartido con el PSOE. El ex banquero obtuvo un premio: Moreiras le perdonó el delito de apropiación indebida. El siguiente capítulo fue que Conde negó haberle dicho a Moreiras que hubo pagos al PSOE.Fue Javier de la Rosa quien ayer repitió la hazaña. En noviembre quiso JR matar dos pájaros de un tiro: justificar la desaparición de 100 millones de dólares, de los 500 millones que le reclama KIO en Londres, y crear un clima de chantaje en la persona de un hombre próximo al Rey Juan Carlos. JR dijo en Londres, pues, que se los había enviado a Manuel Prado, para un lobby político. Moreiras llamó el 27 noviembre a JR. Este se ratificó.
La farsa montada ayer podría provocar la risa del respetable público si fuera un enredo sin consecuencias. Pero hay que tener en cuenta que JR es objeto de una querella criminal en España (Gran Tibidabo) y una demanda civil en Londres por la desaparición y uso para su provecho de 500 millones de dólares y, también, que para salvarse pretende escudarse en los presuntos pagos a políticos y autoridades. Lo dice un día, lo olvida al siguiente y lo recuerda el tercero.
El hombre va por la vida, al estilo Capone, vendiéndose como un corruptor de partidos y autoridades, incluyendo a las "más elevadas".
Moreiras no preguntó ayer por las cartas falsificadas con el emblema de la Casa del Rey y la firma de Prado. Esas cartas fueron ideadas por JR y entregadas al presidente de KIO. Y lo más importante: debía haberlo hecho. Porque a Moreiras se le entregaron esas cartas, incorporadas a las diligencias de la Fiscalía General del Estado, para que indagara en relación con el caso KIO. Pero Moreiras no quiere.
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