Dini reitera su dimisión para aspirar a un nuevo mandato de gobierno

El primer ministro italiano, Lamberto Dini, reiteró ayer la dimisión que presentó el pasado 30 de diciembre, tras comprobar que ha dejado de existir cualquier mayoria parlamentaria capaz de seguir sosteniendo su Gobierno técnico. Poco antes, representantes del centro-derecha le indicaron que una dimisión espontánea, previa al voto de mociones parlamentarias orientadas a lograr su cese, favorecería la distensión política, la apertura de un diálogo global sobre la reforma de la Constitución y la obtención de un nuevo mandato de gobierno por el propio Dini.

El debate desarrollado durante los tres últimos días en el Parlamento ha dejado claro que un buen número de los diputados -todos los ex democristianos repartidos entre el centro derecha y el centro izquierda, los de la Liga Norte y la mayoría de los encuadrados en la Forza Italia de Silvio Berlusconi- prefieren aplazar las elecciones. Gianfranco Fini, líder de Alianza Nacional, reiteró anoche que desea las elecciones cuanto antes. Massimo D'Alema, secretario del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), estimó que la caída del Gobierno técnico aproxima los comicios.Por otro, el diálogo parlamentario ha puesto dé manifiesto una mayor convergencia entre los proyectos de reforma institucional de los distintos partidos, en la medida en que tanto Fini como Berlusconí y D'Alema han hablado de un sistema de elección directa del presidente del Gobierno que podría basarse en el doble turno. Estos y la mayoría de los demás líderes de los 18 partidos políticos representados en el Parlamento italiano estiman que la reforma institucional es indispensable para superar el actual fraccionamiento de las cámaras y la consiguiente debilidad de los Gobiernos.

La crisis abierta anoche se desarrollará a través de las consultas que el presidente de la República, Oscar . Luigi Scalfaro, establecerá con los partidos, probablemente a partir de la próxima semana, mientras Dini sigue gobernando en funciones. Dichos contactos, que durarán al menos hasta finales de mes, tendrán por objeto -comprobar si las fuerzas políticas alcanzan un consenso mínimo sobre las reformas -en cuyo caso Dini continuaría siendo el candidato más probable para presidir el Gabinete neutral que guiaría el país durante el par de años que' podría durar la fase constituyente- o si, por el contrario, prefieren que se disuelven las cámaras y se vote. En este último supuesto, se celebrarían elecciones generales en cuanto pasara el mes de marzo.

Las consultas procederán en un panorama político menos estructurado aún que el precedente, ya que los dos inestables bloques que se habían creado a impulsos del nuevo sistema electoral mayoritario se están disgregando a ojos vista en al menos cuatro bloques..Fundamental en ese proceso ha sido el nuevo giro de la Liga Norte que, apartándose del centro izquierda en el último debate, con la reivindación incondicional de una asamblea constituyente, ha liquidado la mayoría parlamentaria en que se apoyaba el Gobierno y ha, precipitado. la dimisión de Dini. La Liga puede potenciar el centro al que aspiran los ex democristianos de todo signo, pero con los problemas que plantea la falta de moderación y las amenazas separatistas de su líder, Umberto Bossi. También el Partido de la Refundación Comunista (PRC) ha confirmado la ruptura de los débiles lazos que le unían al centro izquierda, y su voluntad de hacer el juego de extremo aislado.

En el centro derecha, las tendencias centrípetas son tan evidentes como la lenta decadencia de Berlusconi. El líder de AN, Gianfranco Fini, gran favorecido por una crisis que ha buscado más que nadie, conserva, sin embargo, una indiscutible capacidad para orientar las opciones de todo este bloque. El PDS entra peor parado en esta crisis que no ha logrado aplazar, como pretendía, hasta dentro de tres meses.