Ardanza intenta desactivar el terrorismo como arma electoral convocando mañana el Pacto de Ajuria Enea
EP / P.G.Impedir el uso partidista del terrorismo como argumento electoral en los comicios del 3 de marzo. Con ese objetivo, el presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, convocó ayer por teléfono a los partidos del Pacto de Ajuria Enea contra la violencia para mañana jueves, a las cinco de la tarde. En una decisión por sorpresa, el lehendakari intenta desbloquear una situación en la que las diferencias entre los partidos democráticos sobre cómo hacer frente a ETA había puesto seriamente en duda la utilidad de los Pactos de Ajuria Enea y de Madrid. Los participantes en la reunión de Vitoria debatirán dos documentos: uno de cinco puntos sobre la violencia y otro sobre la no utilización electoral del problema terrorista.
Todos los partidos se han comprometido a asistir a la convocatoria de mañana, víspera del octavo aniversario de la firma del pacto. Ardanza presidirá el encuentro, al que previsiblemente asistirán Xabier Arzalluz (PNV), Jaime Mayor Oreja (PP), Ramón Jáuregui (PSOE-PSE), Carlos Garaikoetxea (Eusko Alkartasuna), Javier. Madrazo (Izquierda Unida) y Pablo Mosquera (Unidad Alavesa).En la declaración institucional de cinco puntos, enviada ayer por Ardanza a los partidos a cuya aprobación será sometida en la reunión, se hace un llamamiento al entorno de ETA para que haga "un balance sincero de los logros de la llamada lucha armada", que sólo "genera sufrimiento", y se exige a ETA que abandone su concepción "totalitaria" de la sociedad vasca y "su infantil obsesión de tutelar, los derechos del pueblo vasco".
En el primer punto de está declaración, se expresa el rechazo absoluto de la vi6lencia, que se considera "éticamente, injustificable, carente de legitimidad democrática e incluso contraproducente para alcanzar los objetivos que dice perseguir".
En el segundo apartado, con el epígrafe "En favor de un final dialogado y una sociedad reconciliada", se exige a la banda terrorista que abandone su concepción "totalitaria" de la sociedad vasca y entienda que el propio pueblo es capaz de defender sus ideas de modo pacífico y libre.
El tercer punto expresa el apóyo a las libertades ciudadanas y refleja la preocupación y rechazo que la violencia callejera ha causado en la sociedad. También se muestra la solidaridad con la Ertzaintza, a quien se pide que, "con todos los medios de la legalidad vigente puestos en sus manos", proteja los bienes particulares y comunes de los ciudadanos, y defienda la libertad de éstos a manifestarse y expresarse sin coacciones, en alusión a las ejercidas por HB y la coordinadora KAS contra los manifestantes en favor de la libertad de José María Aldaya.
También se pide al Poder Judicial que, "desde su independencia, se dé cuenta de la necesidad de esta sociedad de que se proteja a sus miembros, bienes y libertad".
En el cuarto punto se hace referencia al Estado de derecho y a los GAL, cuyas, vulneraciones de los derechos humanos "cometidas en nombre de la lucha contra ETA" califica de "injustificables". En ese sentido, se dice que estos comportamientos "han supuesto un obstáculo para la superación del fenómeno violento y han minado la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas".
Por este motivo, se pide un es clarecimiento de los hechos "más rápido y más justo tanto en clave judicial como política", y que se depuren todas las responsabilidades que se determinen.
El último apartado de la declaración institucional llama al compromiso ciudadano en favor de la tolerancia y la reconciliación. Se pide apoyo a los grupos pacifistas para que "creen actitudes de tolerancia y de defensa de los derechos humanos", y a la juventud para que "intensifique su compromiso por la paz como compromiso de humanidad, ético y cívico".
Junto a este texto, el lehendakari envió a los integrantes del pacto otro documento en el que se pide a los partidos que no se utilice la pacificación "como elemento de confrontación electoral".
Por su parte, el líder de los socialistas vascos, Ramón Jaúregui, afirmó ayer que los partidos deben obviar sus diferencias y buscar la unidad en tomo al pacto como punto de partida para evitar que la ofensiva de ETA y la violencia callejera de sus partidarios ganen el pulso a la libertad y la democracia. "No es justo responsabilizar sólo a los jueces de lo que se llama un estado de impunidad de los violentos", dijo.
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