Yeltsin estudia una inminente remodelación del Gobierno ruso
RODRIGO FERNÁNDEZ La confusión reinaba ayer sobre la suerte del ministro de Economía, Yevgueni Yasin. El presidente, Borís Yeltsin, decretó la semana pasada una investigación sobre su departamento. La radio Eco de Moscú informó, citando círculos cercanos al Kremlin, de que Yeltsin habría firmado un decreto por el que destituye a Yasin. Pero el titular de Economía y los funcionarios de la Administración presidencial y del Gobierno negaron conocer el presunto cese. Pese a ello, nadie duda de que una remodelación del Gabinete es inminente, y ya hay tres plazas vacantes: el vicejefe de Gobierno y los ministros de Privatización y Exteriores.
La posibilidad de la destitución de Yasin comenzó a debatirse en la prensa local inmediatamente después de que Yeltsin, el 28 de diciembre, ordenara abrir una investigación en el Ministerio de Economía para "cesar a los saboteadores que allí se encuentran". La ira del líder ruso estaba motivada porque la fábrica de cosechadoras de Krasnoyarsk -a cuyo director, Lev Loguinov, Yeltsin conoce personalmente- no había recibido las inversiones centralizadas ordenadas por el Gobierno.Vasin, de 61 años, declaró ayer que las informaciones sobre su destitución y la del primer viceministro de Economía, Yákov Urinsón, no corresponden a la realidad. Ni en el Kremlin ni en la Casa Blanca, sede del Gobierno, se sabe nada sobre su presunto cese.
Sin embargo, el triunfo de los comunistas en las elecciones parlamentarias de diciembre pasado y sus exigencias de un cambio de rumbo en la política económica del actual régimen han puesto en peligro, según algunos observadores, el futuro de Yasin, así como el del primer vicejefe de Gobierno, Anatoli Chubais, responsable de la reforma económica. Incluso si este último es sacrificado, muchos piensan que permanecerá en el Gabinete en calidad de titular de Finanzas o de Economía, pues es un hombre clave en las relaciones de Rusia con las organizaciones financieras occidentales.
El cambio de la política interior y exterior en Rusia es obligatoria si Yeltsin desea presentarse a las elecciones presidenciales de junio próximo. Y aunque el jefe del Estado anunciará oficialmente su decisión en febrero, son pocos los que dudan de que luchará por la reelección. La tarea del cambio de rumbo es más fácil en política exterior, debido tanto a la dimisión, anteayer, de Kózirev, como a que existe unanimidad entre las diferentes fuerzas rusas de que ésta debe tomar más en cuenta los intereses nacionales, es decir, ser menos prooccidental.
Aunque el portavoz del presidente Yeltsin, Serguéi Medvédev, se ha apresurado a decir que no habrá grandes cambios en la política exterior rusa, está claro que será diferente a la aplicada por Kózirev. Son previsibles mayores esfuerzos de integración con los países de la Comunidad de Estados Independientes, una política más dura frente a la ampliación de la OTAN, una defensa más agresiva de los rusoparlantes en las repúblicas de la ex URSS y mayor énfasis en las relaciones con China.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.