Asombro sin límites
Me dirijo a este periódico con la esperanza de que mi caso, que supongo es el de muchas más personas, sirva para denunciar lo que está pasando en la Seguridad Social.El día 23 de noviembre de 1995, al tomar un antibiótico para intentar frenar un proceso gripal, sufrí una serie de problemas que me llevaron al servicio de urgencias del Doce de Octubre, donde me informaron que al ser alérgica a algún componente del antibiótico, cosa que hasta ahora no me había sucedido nunca, mi estado había sido grave.Me dijeron que fuera a mi médico de cabecera para que me mandara hacer las pruebas de la alergia, lo que hice. Al ir a recoger la hoja de cita, mi asombro no tuvo límites y el de las propias enfermeras tampoco. Me han dado 12 de marzo de 1997 (adjunto fotocopia de la hoja de cita). O sea, que hasta dentro de casi año y medio no me empezarán a hacer las pruebas para saber a qué soy alérgica.
En este momento estoy aquejada de una fuerte gripe y al acudir a mi médico medite que no me puede dar nada al no saber a qué soy alérgica y el peligro que ello entraña. Supongo que esto se repetirá más veces de aquí a marzo de 1997. También he pensado poner una denuncia, pero me han informado que las denuncias también están en "lista de espera" porque hay muchísimas. De todas formas he presentado una reclamación en el hospital. Me gustaría que publicaran esta carta para que cuando digan lo de la "reducción de listas de espera" se sepa que casos como el mío se están dando continuamente. Sólo espero que de aquí a marzo de 1997 no tome nada a lo que sea alérgica y que no hay forma de averiguar y me vaya al otro barrio-
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