Bosnios y croatas no logran avanzar en su proyecto de federación
No hay progresos significativos en la construcción de la Federación bosnio-croata. Una serie de acuerdos que tendrían que haber sido firmados por ambas partes aguardan sobre el papel. Este fue, en líneas generales, el mensaje difundido ayer por el presidente bosnio, Alia Izetbegovic, al término de varias horas de reuniones en Sarajevo con su homólogo croata, Franjo Tudjman.
Tudjman escuchaba serio las palabras de Izetbegovic, a quien no contradijo. Ambos líderes sólo fueron capaces de anunciar como único acuerdo concreto la amnistía para los prisioneros bosnios y croatas de la guerra entre la Armija (Ejército bosnio de mayoría musulmana) y el HVO (Ejército croata de Bosnia), a excepción de aquellos que son considerados criminales de guerra, y el compromiso de intensificar los contactos entre las dos partes.A pesar de la pompa que rodeó la visita de Tudjman a Sarajevo, la segunda que realiza a la capital bosnia desde la reconciliación entre bosnios musulmanes y croatas, no hubo un sólo detalle que demostrase que la federación goza de buena salud. Todo lo contrario. Tudman llegó al frente de una nutrida delegación. Sus fornidos guardaespaldas del HVO, no los hombres de la Armija bosnia, controlaban bien armados los accesos al palacio Konak, sede del imperio austrohúngaro, residencia de Tito y actual residencia de huéspedes ilustres.
Tudjman e Izetbegovie manifestaron que habían hablado poco de la situación, en Mostar, donde un verdadero muro sigue esperando a croatas. y musulmanes, y menos, todavía de la situación en Sarajevo. Difícil de creer, sobre todo esta última. afirmación, si se tiene en cuenta que justo la víspera de la llegada del presidente croata, la organización de Sarajevo del partido de Tudjman (Convergencia Democrática Croata/ HDZ) difundió un inesperado comunicado que echa más leña al fuego.
El texto, publicado en la edición de ayer del diario Oslobodénje, afirma que el estatuto político de la capital bosnia no ha sido resuelto con la Federación bosniocroata y advierte que el HDZ "no aceptará la actual estructura política de la ciudad de Sarajevo, que ha sido impuesta a los croatas en contra de, su voluntad". Y añade: "Sarajevo es tanto una ciudad croata como musulmana". Los croatas no superan los 20.000 habitantes de los 300.000 que viven en la capital bosnia, cifra inferior incluso a la de la población serbia. El HDZ exige que al menos uno de los distritos en, los que se dividirá la ciudad esté administrado, exclusivamente por los croatas.
En otro punto, el partido de Tudjman pide que la brigada del rey Tvrtko, que pertenecía al HVO y que tras protagonizar una serie de incidentes pasó bajo el mando central del Ejército bosnio, vuelva a, depender dé los croatas.
Momento inoportuno
Este mensaje incendiario del partido de Tudjman estaba en la calle el mismo día que su líder llegaba a Sarajevo. El momento no podía ser más inoportuno, a no ser que la coincidencia fuera pre meditada. La soflama del HDZ sólo fue la culminación de incidentes más graves entre croatas y bosnios musulmanes, que hace pocos días costaron la vida a cinco soldados de la Armija en Zepcel acusados de ser muyaidin por el HVO, ya un niño que cruzaba de Mostar este (musulmán) al oeste (croata). Una última dificultad en el funcionamiento de la federación es la decisión de los croatas de exigir un impuesto de 40 (unas (unas 1.250 pesetas) a todo camión con ayuda humanitaria que cruice la frontera entre Croacia y Bosnia-Herzegovina. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha. denunciado este comportamiento y ha suspendido todos sus convoyes procedentes de Metkovic con destino a Bosnia central.
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