De acuerdo sólo en las buenas maneras

Barrionuevo y Damborenea sólo estuvieron ayer acuerdo en las buenas maneras que exhibieron ante los informadores, y que consistieron esencialmente en no decir nada de lo que había pasado en el interior del tribunal donde el juez Eduardo Móner confrontó las versiones de ambos.Barrionuevo salió con aire cansado. "Nos hemos ratificado en nuestras posiciones respectivas. Se ha hecho algo de historia del tiempo en que coincidimos y, en lo sustancial, hemos hecho una ratificación de nuestras posiciones respectivas. Eso es todo lo que puedo decirles". Preguntado sobre la reunión de Guadarrama, anticipada a los informadores por el letrado Manuel Murillo, Barrionuevo remitió a Damborenea: "Eso él se lo confirmará. No voy a entrar en detalles".

Damborenea deparó un trato más que versallesco a su rival: "Estábamos entre caballeros y entre personas que se aprecian por encima de estas circunstancias más o menos penosas. Yo he aprovechado para reconocer mi deuda con el señor Barrionuevo, primero como español, porque él dio la vuelta a una situación adversa y muy difícil entre los años 83 y 84; y como particular, porque si no llega a ser por su protección a lo mejor yo no estaba hablando aquí con ustedes ahora".

Preguntado por la reunión de Guadarrama, Damborenea, antes de contestar, inquirió a los periodistas si Barrionuevo "había comentado algo a este respecto". Al responderle que no, replicó: "Pues entonces yo tampoco se lo comento".

Los abogados de la acusación y los defensores de algunos de los policias procesados y confesos dijeron que el careo había sido "demoledor" y "muy fuerte", y que Damborenea había mostrado más credibilidad que Barrionuevo o había "ganado por goleada".

El defensor de Barrionuevo contradijo estas versiones y dijo que el juez no sólo había apreciado la misma firmeza en ambos, sino que incluso Damborenea admitió ante el juez que Barrionuevo "no cometió ninguna ilegalidad".