Chirac define a sus ministros como "portadores de la esperanza"

El primer Consejo de Ministros de 1996 del Ejecutivo francés tuvo carácter psicoterapéutico. El presidente Jacques Chirac calificó a sus ministros, pocos días antes de la fiesta de los Reyes Magos, de "portadores de esperanza", y les pidió que "trabajasen sobre el terreno, estableciendo una relación de proximidad con el ciudadano". La crisis del mes de diciembre, con sus tres semanas de huelga de gran parte del sector público y que paralizaron los transportes, fueron olvidadas con el cambio de año.El segundo Gobierno de Juppé recibió una serie de mensajes tranquilizadores: "Los objetivos perseguidos son los buenos, pues corresponden al interés nacional y van en la dirección de una Francia más fuerte, más justa y más unida", dijo el presidente, para añadir luego que "no hay que desanimarse y retrasar las reformas necesarias".

Jacques Chirac instó a los miembros del Gobierno a trabajar "en la serenidad, pero con determinación", y les recordó que el balance de los dos Gobiernos "es de calidad". "Hemos adoptado las medidas necesarias para poner en orden las finanzas y reforzar la cohesión social", dijo antes de animales: "Hay que ir aún más lejos".

Como si nada hubiera ocurrido, como si una cota de popularidad bajísima nada significase, como si haber tenido que cambiar de ministros a los seis meses y como si haber atravesado la crisis social más espectacular desde el mítico mayo de 1968 no tuviera mayor importancia, Alain Juppé respondió que se sentía "feliz" ante el trabajo desarrollado, "contento de estar en el Gobierno para hacer aquello en lo, que creo" y sobre todo seguro de que "hay que comunicar [a la sociedad] nuestra fuerza de convicción".

Este primer Consejo de Ministros también sirvió para aumentar 'las subvenciones -26.000 millones de francos (650.000 millones de pesetas) en dos años- destinadas a los empresarios que contraten jóvenes aprendices (para fomentar el empleo, una de las promesas de Chirac), a adaptar la legislación bursátil a las exigencias de la Unión Europea y a fomentar las relaciones entre Irak y Francia.