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Los miembros de la Plataforma del 0,7 abandonan la huelga de hambre

El PSOE y el PP incluirán el pacto por la solidaridad en sus programas electorales

, Cenarán en Nochevieja y comerán uvas. Juan Luis Herrero y José Cortes, miembros de la Plataforma del 0,7, abandonaron ayer la huelga de hambre que mantenían desde hace 29 y 27 días respectivamente. El ayuno ha arrancado a los partidos mayoritarios el compromiso de defender sus tesis. El PSOE, aunque no confirma, y el PP se han comprometido a incluir los aumentos de las ayudas al desarrollo, hasta lograr el 0,7% del PIB, en su programa electoral, aunque los políticos han incumplido en este terreno sus compromisos para el año que ahora termina.

Tras las acampadas del 0,7 y un par de huelgas de hambre anteriores a esta, todos los partidos políticos estuvieron de acuerdo en destinar el 0,35% del PIB ayudas al desarrollo en 1995. Ayer, sin embargo, la Agencia de Cooperación admitía haber alcanzado sólo el 0,28%; es decir casi 53.000 millones menos de lo pactado.Quizá por eso, la Plataforma del 0,7 decidió ayer abrir un periodo de negociación con los partidos de un mes para concretar el acuerdo recién firmado y amenazó con recurrir de nuevo a la huelga de hambre si la negociación no funciona.

Esta peculiar batalla comenzó hace ya casi un mes y se recrudeció a medida que la falta de alimentos minaba la salud de Herrero y cuando los huelguistas decidieron situarse frente a la sede del PP en una caravana el pasado sábado.

Finalmente, el órdago salió bien. El PP firmó al mediodía de ayer un compromiso para destinar en lW6 "un mínimo del 0,35% del PIB a la ayuda oficial al desarrollo (AOD)". "Se trata de un compromiso se rio y firme, basado, en la reflexión y la negociación", dijo Loyola de Palacio, portavoz ad junta popular en el Congreso. El PP se compromete además a proseguir "en el esfuerzo de desarrollar medidas fiscales y legales para movilizar aportaciones privadas incrementando los recursos públicos al objeto de alcanzar el 0,5% del PIB para cooperación al desarrollo siempre que sea compatible con los, objetivos de déficit público. En ese sentido se invertirán 150.000 millones de pesetas en programas y proyectos". A partir de 1996, el PP se compromete a "dedicar como mínimo el 201YÓ de la AOD a programas sociales básicos para los sectores de la población más vulnerables; de los países empobrecidos". La próxima legislatura se intentará llegar al 0,7%, si lo permiten "el déficit, los acuerdos de Maastrich y la integración de España en la UU.

El PSOE -con la firma de Francisca Sauquillo, miembro de la Ejecutiva y portavoz en temas de cooperación- envió por la mañana un documento en el que se dice: "Incluiremos el contenido del pacto en el programa electoral, lo promoveremos de manera efectiva y abriremos negociaciones para su concreción". Un portavoz del PSOE señaló que no hacia falta un acto oficial de firma como hizo el PP. La Plataforma, finalmente, lo ha dado por bueno, aunque por la tarde criticó duramente al partido del Gobierno. "Ha habido contactos ambiguos y muy contradictorios", dijo José Cortés, "con reticencias mas profundas que con el PP. Al final, viéndose solos, nos han enviado un fax de adhesión al pacto".

Los otros partidos -IU, PNV y CiU- anunciaron hace semanas que firmarían cuando la Plataforma se lo pidiera.

El Gobierno se había comprometido, tras las grandes acampadas de la Plataforma, a destinar el 0,35% del PIB para ayuda al desarrollo, lo que suponía 243.613 millones de pesetas (el PIB de 1995 ha sido de 69,6 billones de pesetas).

El incumplimiento de tal acuerdo, reconocido ayer por la Agencia de Cooperación Internacional, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, que dice haber alcanzado sólo los 190.741 millones de pesetas, ha desembocado en esta nueva huelga de hambre.

Escoger las Navidades para la huelga de hambre "fue un acierto", resume satisfecho Herrero. "Políticamente eran buenas fechas, vísperas electorales, para que - los partidos pasasen un examen de solidaridad; y en cuanto a sensibilización también son días óptimos, por el contraste entre lo que es comer y lo que es pasar hambre".

Suero y pitillos para la Navidad

, Juan Luis Herrero, riojano, de 61 años, al ponerse en huelga de hambre aceptó pechar no sólo con las penurias físicas, sino con la repercusión de dar la cara -como protagonista, portavoz y lo que fuera viniendo- en lo que día a día ha ido convirtiéndose en una situación política de primer orden. "Me costó meses tomar la decisión", dice, "porque veía que los acuerdos logrados tras las acampadas del año pasado no se cumplían y que se imponía volver a la carga. Pero, una vez puesto, todo ha ido como una balsa de aceite. La mente incluso me funciona más ágil y, como no se pierde tiempo para comer, he podido trabajar más".A lo largo de la gesta, ha tenido un par de mareos, el último el pasado jueves; pero su aspecto, aunque demacrado, es animoso. Eso sí, no para de fumar. "Un paquete al día, como siempre", dice con guasa. "Pero ya en anteriores huelgas (en 1993 y 1994, en lo que constituyó un importante impulso para la Plataforma del 0,7%) una doctora nuestra dijo: 'No añadamos el mono de dejar de fumar al mono de dejar de come'". Herrero recuerda con una sonrisa: "Algunas veces he dejado de fumar".

Amén de cigarrillos, al día se toma tres litros de suero y algo de glucosa. "Yo no noto la arritmia, pero por lo visto está ahí y el corazón es el problema en una huelga así".

Herrero ha tenido todos estos días, además del apoyo del movimiento y de muchos ciudadanos anónimos, uno incuestionable: su mujer, Reyes, puericultora, que no se ha separado de su lado. "A los 15 días de huelga recuerdo que Reyes me preguntó a solas: "¿Cómo lo ves realmente?", y yo le dije: "Posibilidades de un 50%, porque lo cierto es que al principio ningún partido decía esta boca es mía. Pero, si alguien empieza una huelga de hambre, no es para dejarla a la primera dificultad. Una huelga no se hace para jugar".

Una voluntad inquebrantable le ha mantenido a Herrero todas estas semanas. Una voluntad forjada desde que pasó 12 años como Padre Blanco en Zaire, Ruanda y Túnez. "El hecho de ver, este año, la indefensión de tantos inocentes en Ruanda, Burundi, Bosnia, las niñas de China, me acabó por echar para adelante". Siempre ha tenido mucha voluntad, y también mucha flexibilidad: doctor en Teología, trabajó como profesor y luego se dedicó a traducciones: "Lo importante era tener tiempo libre". Ahora todo ese tiempo lo ha volcado, con éxito, en la causa del 0,7%. "Lo bueno de volver pronto a casa", ice, "será que aún tengo tiempo de llegar al turrón".

El aragonés José Cortés, de 34 años, soltero, parado, el mayor de una familia de siete hermanos, tiene experiencia de una huelga de hambre de 40 días contra la sustitución de una plantilla de 427 trabajadores en la base aérea de Zaragoza. Durante esta acción del 0,7% se ha mantenido en un admirable segundo término.

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