Los serbios prefieren a los españoles
La Agrupación Aragón abre nuevas rutas y desmantela las trincheras en el sur de Herzegovina
, ENVIADO ESPECIAL
Los habitantes serbios de los pueblos de la ruta Stolac-Ljubinje, en Herzegovina occidental, se congregaban junto a la carretera y saludaban sonrientes desde las casas el paso de la primera columna de blindados españoles bajo mando de la OTAN (Ifor), que ayer abrió este tramo cerrado al tráfico desde el comienzo de la guerra. "Muchos nos hacían el signo de la victoria. Nunca habían visto tropas extranjeras en este territorio", explicaba el capitán Andrés Hermosa, que participó en la primera patrulla de reconocimiento.
Los blindados, pintados de camuflaje en vez del blanco de la ONU, circulan por unas rutas, libres de barricadas y minas, que mantienen un aspecto fantasmagórico, porque los obstáculos que impedían el paso están ahora diseminados a lo largo del camino entre pueblos en ruinas. En la localidad de Bileca, el coronel Milinic, portavoz del IV Cuerpo del Ejército serbio de Herzegovina, aseguró que las fuerzas militares y la población serbia recibirán con los brazos abiertos a las tropas españolas, que se desplegarán con toda probabilidad en aquel territorio en enero.
Este coronel presidió la primera reunión celebrada desde el comienzo de la guerra entre mandos del batallón español y una nutrida representación de los medios de comunicación serbios.
Los soldados norteamericanos reiniciaron ayer sus trabajos para reconstruir el puente de pontones sobre el río Sava, destruido por las crecidas de los últimos días y vital para que la OTAN pueda desplegar a miles de soldados.
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Patrulla española en la fantasmagórica zona serbobosnia
viene de la primera páginaAlgo ha empezado a cambiar en el sur de Herzegovina controlado por los serbios. Por primera vez en casi cuatro años de guerra los vehículos blindados de la fuerza multinacional, en este caso españoles, empiezan a patrullar unas carreteras que habían permanecido cerradas al tráfico. Los milicianos serbios han desmantelado las barricadas y retirado las minas, pero las rutas ofrecen un aspecto fantasmagórico, porque entre pueblos en ruinas los obstáculos que impedían el paso están diseminados a lo largo de toda la carretera que circula en paralelo al río Bregava, afluente del Neretva. Casi ningún civil se atreve todavía a circular por estos caminos.
Los parabienes y elogios mutuos entre los mandos españoles serbo-bosnios no ocultan el recelo puesto de manifiesto por todos los periodistas que acudieron a la cita en la localidad de Bileca. Está claro que el acuerdo de
Dayton tiene para todos ellos grandes lagunas, aunque reconozcan que "es un paso hacia adelante, hacia la paz, que, al menos, pondrá fin al derramamiento de sangre". Radivoje Gutic, corresponsal del diario Vecernje Novosti de Belgrado, explica que tras la firma del acuerdo de paz ha recibido instrucciones de sus superiores para que modere el tono de sus crónicas y evite los ataques frontales a croatas y musulmanes. Gutic es de Mostar y pide a los mandos militares españoles garantías para poder visitar su ciudad natal para poder ser "el primer periodista serbio, que pise Mostar".
Los jefes del batallón español confían en celebrar una reunión tripartita de periodistas serbios, croatas y bosniomusulmanes a comienzos de enero en el destacamento de Medjugorje, en lo que 1 pretende ser el primer encuentro entre informadores de las tres nacionalidades, con el objetivo de rebajar tensiones y disminuir la agresividad de los medios de comunicación.
Los tímidos comentarios iniciales sobre la paz firmada en Estados Unidos van adquiriendo firmeza y se tornan incluso agresivos. "Los serbios llegaron a Herzegovina 800 años antes que los turcos. Hoy, según el plan de Dayton, los serbios han desaparecido de Mostar y del valle del Neretva. Se les niega un derecho histórico", comenta el cotresponsal de la agencia serbia Tanjug.
Crímenes de guerra
Otro periodista pregunta al representante del batallón español si las tropas de la OTAN entrarán a fondo en los territorios con el propósito de detener a los acusados de crímenes de guerra, pero sin mencional a los líderes político y militar serbobosnios, Radovan Karadzic y el general Ratko MIadic. "¿Qué va hacer Ifor contra el Ejército de Croacia, que ha ocupado las tres cuartas partes del municipio de Trebinje, en los alrededores de Dubrovnik? ¿Qué pasará con la salida al mar para los serbios de Bosnia?". Son preguntas que quedan sin respuesta porque los jefes militares españoles no están en condiciones de contestar. "Nosotros no podemos cambiar los acuerdos de Dayton, ni, estamos aquí para discutir su contenido", dice un teniente coronel.
La cuestión fundamental para el contingente español es patrullar el antiguo frente de combates para evitar enfrentamientos, abrir nuevas rutas, limpiar todos los campos de minas y desmantelar las posiciones defensivas de todos los bandos. Junto a ello las comisiones militares conjuntas tienen que ir resolviendo los temas militares y de infraestructura de cara a la reconstrucción.
Uno de los asistentes a la reunión, el mismo que admitía que el acuerdo de Dayton es un paso hacia adelante, duda de que pueda haber una relación estrecha entre la Federación croato-musulmana y la República serbia: "Tal vez podremos vivir como vecinos, pero nunca más juntos".
Mostar es el mejor ejemplo del odio y recelo latentes. Actualmente, unas 1.000 personas cruzan cada día el río Neretva para pasar de uno a otro sector, mayoritariamente del este (musulmán) al oeste (croata), pero la ciudad sigue dividida,y lo estará por mucho tiempo. El aeropuerto, fuertemente disputado durante la guerra, se reabrió parcialmente con el aterrizaje del primer avión desde el comienzo de la guerra, un aparato francés Transall. Una parte de la pista ha sido reparada por ingenieros españoles y franceses que procedieron a desactivar las minas e instalaron una torre de control móvil.
La aplicación del acuerdo de paz de Dayton en Mostar se está retrasando por culpa de los enfrentamientos entre las dos comunidades que comparten la capital de Herzegovina, según afirmó ayer el administrador europeo de la ciudad, el alemán Hans Koschnick. Las negociaciones han fracasado en lo que concierne a la delimitación de seis distritos dentro de la reunificación prevista en los acuerdos de paz. Los musulmanes se oponen a que los límites de los nuevos distritos coincidan con el último frente de combates entre croatas y musulmanes en 1993.
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