_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un futuro asociado

Los autores sostienen que las conclusiones de la Conferencia Euromediterránea influirán en el acercamiento entre la UE y los socios mediterráneos

La renovación del acuerdo entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos permite plantear la posibilidad de iniciar una relación basada en la asociación. Este acuerdo dará paso a un nuevo periodo, en el que el modelo de relaciones políticas, económicas y comerciáles en todos aquellos asuntos de interés común se establecerá de conformidad con los principios de reciprocidad y de asociación.Al considerar el balance de las relaciones establecidas por Marruecos y la UE desde los años sesenta, los marroquíes destacan la ambigüedad de sus efectos sobre el desarrollo de su economía. Un desfase ha opuesto siempre el discurso eufórico que acompaña la institucionalización de dichas relaciones y las realizaciones, que siempre han estado por debajo de las promesas. Ahora hay que hacer hincapié para que el nuevo acuerdo, así como los trabajos de la Conferencia de Barcelona, se traduzcan en una renovación cualitativa de las relaciones entre ambas partes.

La nueva política no puede quedarse restringida a una cooperación entre gobiernos y administraciones, sino que debe de vincularse también estrechamente a los parlamentos y representantes del pueblo y al conjunto de la sociedad civil en un amplio- movimiento asociativo. Para que dicha asociación arraigue realmente y no se quede en el plano teórico, mercantil o meramente superestructural, será preciso que los dos socios, el europeo y el marroquí, se impliquen mutuamente apoyando y respaldando este nuevo proyecto de progreso económico, social y democrático.

El apoyo financiero con que despega este proyecto asociativo es prometedor. En la cumbre de Cannes, el presidente en ejercicio del Consejo, Felipe González, seguro del apoyo total de sus nuevos representantes, ha sabido defender estos intereses con la misma firmeza que utilizó en otras ocasiones para defender los intereses de su propio país.

La renovación de las relaciones euromediterráneas implica la superación de las limitaciones tradicionales que han acarreado una evolución progresiva de dichas relaciones: sobre todo la limitación comercial. Se otorgará un interés particular al tema de la deuda exterior, que tiene que ser tratada de manera audaz con el fin de superar uno de los mayores obstáculos del desarrollo.

El auge de los riesgos de inestabilidad en la región sur mediterránea debido a la emergencia de fenómenos de violencia, a la presión migratoria y al comercio de la droga, no deberá tratarse de manera aislada en el tema de las relaciones entre ambas orillas del Mediterráneo. La necesaria mutación de dichas relaciones al servicio de un codesarrollo mantenido y sostenido es lo único que podrá, per se, contrarrestar todas las manifestaciones de inestabilidad en la región.

Las conclusiones de la ConfereAcia Euromediterránea auguran progresos en el proceso de acercamiento recíproco entre la UE y los socios mediterráneos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El papel preferencial que Marruecos puede desempeñar en esta nueva política mediterránea es evidente. Las nuevas relaciones de asociación superan con creces cualquier etapa anterior y abren la dimensión del diálogo político y del libre intercambio de bienes, servicios y capitales. El proyecto de Acuerdo de Asociación resulta ser una sólida base de cooperación a largo plazo instaurando una concertación regular sobre cuestiones internacionales de interés mutuo y permitiendo a las partes implicadas tener en cuenta y en consideración los intereses de la otra parte. Pero junto a este diálogo político, una de las novedades más destacables que la nueva asociación ofrece es el establecimiento de una zona de libre cambio que entrará en vigor según el calendario mutuamente acordado.

Dentro de estas relaciones generales tiene un lugar prioritario el nuevo acuerdo de pesca. Un acuerdo que debe conjugar, compatibilízar y potenciar los intereses de las dos partes asociadas, sirviendo de unión por encima de dificultades y beneficiando a los trabajadores del sector.

La tensión vivida a lo largo de todo el proceso de negociaciones sobre la pesca tendría que hacer reflexionar a ambas partes sobre la necesidad de proteger los recursos de la región y de suscitar nuevos arbitrajes entre los sistemas productivos de ambas orillas del Mediterráneo por mediación de una dinamízación progresiva y saludable para todos.

También las primeras experiencias de esta nueva interrelación asociativa en el campo empresarial dejan entrever un futuro con grandes posibilidades. El programa comunitario Med partenariado Marruecos, por ejemplo, en los encuentros del pasado mes de mayo en Marraquech consiguió que 252 empresas marroquíes contactaran directamente con 780 directivos de empresas procedentes de la Unión Europea (663 pequeñas y medianas empresas), de los países del Este y de la región mediterránea (117 pequeñas y medianas), organizándose en total más de 4.000 encuentros con responsables de empresas marroquíes y empresas visitantes: una muestra más de la gran aceptación y el empuje con el que arranca esta nueva colaboración.

Se abre, en definitiva, una nueva etapa en las relaciones entre el Reino de Marruecos y la Unión Europea que puede superar en mucho el pasado.

Un cambio que debe de ir acompañado de una nueva mentalidad, de una nueva forma de trato y de interrelación institucional y personal, basada en la consideración recíproca de ser socios y países asociados, cuyos intereses y tareas en común apenas si deben de dejar lugar para alimentar tensiones y conflictos.

La conclusión de los nuevos acuerdos entre Europa y los países del Magreb será, por consiguiente, utilizada por todas las partes interesadas para favorecer el resurgímiento de la Unión del Magreb Arabe (UMA). Esto permitirá a los países del Magreb adaptarse a las implicaciones de la liberalización comercial y de gestionar de manera solidaria y eficaz los programas de cooperación con Europa sobre temas de orden político y cultural, así como en los sectores de la energía, de las infraestructuras en el domínio de las aguas y de la protección del medio ambiente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_