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Entrevista:

"Hemos presisdido Europa con disciplina germánica"

Para unos es un toro. Para otros, un tanque. Y hay quien le califica de B-52, de prusiano, de apisonadora, incluso hasta el exceso. Javier Elorza Cavengt, de 50 años, jurista y diplomático, es el embajador representante permanente de España ante la Unión Europea, y como tal, motor y cabeza visible en Bruselas de la presidencia semestral española que ahora toca a su fin.

Pregunta. ¿Cuál ha sido la clave del éxito de la presidencia española?

Respuesta. La disciplina germánica. Contar con un equipo fijo. Hemos preparado la presidencia con tiempo. Hace más de un año designamos a dos funcionarios para seguir cada tema: 400 personas para perseguir 200 carpetas. La idea fue desconfiar de la tradicional improvisación española. La preparación ha sido enfermiza. Otro factor: se anunciaba una derrota anticipada y nubarrones muy negros en el horizonte. Y la gente se ha dejado la piel para desmentir ese fracaso anunciado.

P. ¿Cómo es posible una política europea con resultados cuando España está sumida en una crisis política interior?

R. Hay dos razones. Una de fondo: nosotros tenemos una potencialidad de política exterior enorme por nuestra historia y sobre todo por nuestra lengua y nuestra cultura. Otra es la preparación previa. Esta presidencia es un viejo sueño de la diplomacia española desde hace muchísimos años. Ni la Conferencia de Barcelona, ni la Agenda Transatlántica, ni la política con Latinoamérica son una improvisación. Gente como Carlos Westendorp y Manuel Marín llevan años trabajando en ello.

P. Pero todo ese trabajo habría quedado arruinado si no se aprueban los escenarios y el nombre de la moneda única en Madrid.

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R. Al principio, cuando preparamos la presidencia con Pedro Solbes y Javier Solana, varios coincidimos en que había un toro cinqueño, que era el escenario. ¿Por qué? Porque no dependía sólo de nosotros, sino de Francia, de Alemania, del equilibrio de poderes. Y lo que no depende de ti, un toro cinqueño que está absolutamente resabiado y que sabe mucho, tiene un riesgo enorme. Y Pedro [Solbes] lo ha hecho muy bien. Habló con Lamfalussy [presidente del Instituto Monetario Europeo, IME] varias veces y otras a través de una persona que ha sido tan importante como Pedro, que es Luis Angel Rojo [gobernador del Banco de España], el hombre de la presidencia en el IME. Dependías de Tietmeyer, de Waigel, de la política exterior alemana, o de que el Reino Unido quisiera bloquear la operación. Y para nuestra sorpresa, el Reino Unido, a través del presidente del Comité Monetario, Nigel Wicks, ha sido un elemento decisivo, para sacar un escenario perfectamente razonable. Ha sido parte activa en el acuerdo.

P. También ha habido sombras. En asuntos como fiscalidad, cultura o mercado interior se ha avanzado menos.

R. Todo eso es matizable. Hemos hecho un esfuerzo en todos los campos. Hemos ido buscando todos los huecos, todas las posibilidades en todos los temas. Hemos cambiado el planteamiento de nuestra anterior presidencia [en 1989], en la que nos concentramos en algunas opciones determinadas.

P. ¿Está satisfecho de cómo se han cerrado los asuntos españoles: Iberia, Seat, pesca, agricultura ... ?

R. Los hemos solucionado de manera razonable. Volkswagen ya está resuelto. Ha desaparecido de la mesa de la Comisión. Iberia también, y si no somos presidencia, no se soluciona; me consta que el presidente del Gobierno intervino. En frutas y hortalizas, mala suerte, el Parlamento Europeo se nos ha cruzado. Eso en lo que se refiere a los pequeños dramas nacionales. Luego están los que dicen "es que habéis hecho una presidencia ingenua". Pero ¿qué me van a contar?.

P. ¿Cuál es la técnica para defender los intereses nacionales desde la presidencia sin que te escupan los demás?

R. Yo tengo dos armas que son absolutamente decisivas. Soy el que convoca las reuniones y el que reserva las salas. Si a mí me viene la Comisión y me dice que quiere tratar la directiva de leche térmica de no se qué le digo: 'No hay sala ni la va a haber durante los próximos seis meses'. Y cuando un tema interesa, metes 10 reuniones hasta que sale. Eso lo he aprendido de los demás. He asistido, en presidencia alemana, a cinco reuniones sobre máquinas en una semana. Y me dije, Javier, si quieres sacar algo, les metes reuniones por un tubo, por la mañana, por la tarde y por la noche. Además, en todos los temas de mayoría cualificada, tú eres quien presenta el compromiso. Has de tener menos de 16 votos en contra. Pues a éste le doy esto, y lo compro; a este no le doy nada porque me cae gordo; a éste le doy esto otro porque me da la gana dárselo.

P. Eso contrasta con lo que se dice en España de que la presidencia se limita a empujar expedientes y hacerse una foto.

R. Pongo un ejemplo. Hemos aprobado un mandato para que la Comisión negocie con los pecos una mejora del régimen agrícola. Ahí no se tocan ni los bovinos, ni las cebollas, ni las fresas, ni los tomates. Los bovinos preocupan a los países del norte. Lo demás, a nosotros.

P. ¿Cómo se encajan desde Bruselas las fotos que se hacen algunos por vanidad?

R. La presidencia es un motor de la dinámica comunitaria. Tiene una función que no es tanto vanidad como un deseo de hacer el papel de presidencia. Y es un papel muy gordo porque estás representando a 350 millones de personas. Esto no es un juego de vanidades.

P. Nos referimos a la pueril vanidad que algunos imputan a González por no convocar elecciones hasta acabar la presidencia.

R. Cuando un país mediano representa a la Unión, hay gente en España que dice: "Déjate de chorradas. Tú eres Felipe González, no el señor Europa". Pero es que de facto eres el señor Europa en ese momento. Porque ¿quién va a hablar con Yeltsin en Moscú? Va a hablar el señor González. ¿Y a quién representa? A todo el mundo. ¿Y quién habla con Clinton en Madrid? El señor González.

P. Pero también se puede hacer bien o mal.

R. En este caso creo que lo ha hecho bastante bien.

P. ¿Qué queda para el futuro? ¿Qué saca España?

R. Hay una frase clave de Pedro Solbes: 'Tu equilibrio global está en la suma de tus equilibrios parciales'. Tú no puedes librar cada batalla como si te jugaras la vida. Cada batalla la libras para conseguir una mejora de tu situación. ¿Qué ha hecho España? Aprovechar cada ocasión para mejorar nuestro equilibrio global. Aunque hayamos tenido que sacrificar en algunos temas la posición nacional. ¿Qué hemos conseguido? ¿Qué quedará de la conferencia del Mediterráneo? Que cada vez que haya un problema en el Mediterráneo el señor que quiera salirse del marco global va a tener que sufrir una penalización. El tema americano: ¿a España le interesa que EE UU siga apoyando a Europa? Sí, por mil razones. ¿La mejora de las relaciones con América Latina? Si hay una cosa en la que hemos fallado no ha sido por nosotros. Yo no tengo la culpa de que hubiera un crash financiero en México. Teníamos que haber sacado el acuerdo con México, pero cuando los mexicanos se asustan y su burguesía y sus industrias no quieren una nueva zona de libre cambio con Europa porque se les ha venido el mundo abajo por la crisis financiera, pues hay que parar. Ese barco se nos ha escapado, pero el tema de Mercosur, de los andinos, de Cuba, todo eso va quedando, como en sucesivas capas de pintura.

P. ¿Qué ha demostrado España en esta presidencia?

R. Que tiene credibilidad para ser uno de los cinco grandes países. Eso es muy importante. Y que no sólo hace cosas bien, sino que tiene iniciativas.

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