Un grupo suizo compra las acciones de la Enciclopedia Británica

Enciclopedia Británica Inc. anunció ayer la venta del 100% de sus acciones, que serán adquiridas en su totalidad por un grupo inversor dirigido por el suizo Jacob E. Safra, por una cantidad que no se ha dado a conocer, aunque la empresa fue valorada a principios de este año en 400 millones de dólares."La Británica es la joya de la corona del conocimiento", afirmó Safra. "Sus becas han sido un gran regalo para la humanidad durante siglos, y nuestra prioridad será continuar su expansión y cobertura para que llegue a todo el mundo sin distinción de edades o situación económica".

El dinero de la venta irá a la Universidad de Chicago, que es la única beneficiaria del actual dueño, la fundación de carácter no lucrativo William Benton. Benton, fue uno de los socios de la firma publicitaria Benton & Bowles, que adquirió la Enciclopedía Compton's en 1961 y C. Merrian-& CO, editora de la enciclopedia. La Británica pasó a la fundación en 1980.

El buque insignia de la compañía, los 32 volúmenes de la famosa enciclopedia con 44 millones de palabras creada hace más de dos siglos en Escocia, cuenta entre sus colaboradores con las firmas de Albert Einstein, Sigmund Freud o Marie Curie.

La prestigiosa publicación atravesaba una situación crítica desde la creciente implantación de la informática. El pasado mes de agosto, la empresa anunció que, cerraba dos terceras partes de sus oficinas de venta. En octubre se introdujo en la red informática internacional World Wide Web del Internet, fijada como el centro de la estrategia del -presidente y director ejecutivo, Joseph J. Esposito.

Bajaron las ventas

El descenso en las ventas en los últimos años se debió al creciente uso que los norteamericanos empezaron a hacer de las enciclopedías electrónicas. La competencia vende sus productos por precios muy inferiores a la edición en papel e incluso se llega a regular por la compra de un ordenador. Las 51.000 colecciones que la Británica vendió el año pasado son menos de la mitad de lo que vendió en 1990.Los esfuerzos por introducirse en el, mundo electrónico no han sido eficaces. La versión en CD-ROM de la enciclopedia incluía sólo letra impresa y no imágenes de vídeo y sonido, como hacen otras, por lo que se consideró que las posibilidades tecnológicas estaban infrautilizadas.

No hay datos por el momento sobre las intenciones de hacer cambios en el personal por parte del posible nuevo dueño de la empresa, Jacob Safra. De continuar Esposito, éste se propone convertir la Enciclopedia Británica en una importante fuente de consulta en la World Wide Web.

Esposito quiere cambiar esto con la introducción en Internet de la enciclopedia, que podrá ser utilizada como referencia previo pago de una suscripción de 18.000 pesetas, lo que algunos miembros de la empresa consideian todavía demasiado caro.