Los juguetes de construcción fomentan actitudes asociativas y e cooperación
Los juegos de construcción suscitan en los niños actitudes asociativas y cooperativas, sobre todo entre los ocho y los 13 años, y tienden a repartirse espontámente las tareas para conseguir realizar un proyecto mayor. Esta es una de las conclusiones a las que han llegado un equipo de diez pedagogos, españoles, expertos en juego, tras realizar una investigación psicopedagógica con el juguete de construcción KNEX. El objetivo de esta investigación (realizada en 25 colegios y 38 ludotecas de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Sevilla entre más de 2.000 niños) es el de elaborar una guía didáctica para profesores."Uno de los, aspectos que más valoran los niños de los juguetes de construcción es que pueden jugar con aquello que han construido, el crear sus propios juguetes", señala María López Matallana, directora de la investigación. "Pero siguen un proceso de aprendizaje ya que primero centran su atención en las formas y, una vez que lo controlan, entran en el color o la estética de las construcciones". Según las conclusiones del estudio, a los niños les cuesta mucho romper lo que les ha costado tanto trabajo crear y están motivados a aprender a construir porque se divierten y no lo consideran una tarea.
Este juguete está integrado por piezas de distintas formas y tamaños que se ensamblan para formar figuras. Todas las piezas iguales tienen el mismo color, para facilitar, al niño su organización antes de proceder a construir. Este juego lo utilizan los profesores de los colegios de países como Inglaterra o Estados Unidos para ayudar en la educación y destreza de, los más pequeños.
"Es muy importante buscar juguetes alternativos a los bélicos, que se basen en juegos tradiciónales, pero mejorados", dice Mª Paz Lebrero, profesora de Pedagogía Social e Infantil en la UNED. Otro de los expertos que ha participado en esta investigación, el profesor de Didáctica de la Educación de la UNED, Ramón Gonzalo, explica que todos los juguetes, a partir del propio sonajero o los osos de peluche, "ayudan al niño en diferentes facetas como la motriz o la emotiva e incluso algunos de estos juguetes, como el que se ha analizado, también contribuyen a la estructuración del pensamiento del niño, el razonamiento, la memoria, la organización o la representación espacial".
Apilamiento
"Este juguete es muy versátil", dice López Matallana, "puesto que contiene muy diversas formas que permiten variar más que con otros juguetes de este tipo que, se basan en el apilamiento y la conexión horizontal de las piezas". Este juego lo inventó un constructor americano de choches y sillas de niños hace tres años. Se encontraba aburrido en una boda y empezó a unir las pajas de los refrescos haciendo formas. Hasta el momento, ya ha obtenido en otros países premios de revistas británicas de padres, de la asociación nacional de ciegos norteamericanos y de diversas asociaciones de jugueteros.
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